Hoz del Júcar

Música

Fecha: 22 de septiembre 2012
Recorrido total: 368 km
En solitario

Ruta realizada:
Valencia -por autovia-, Requena, El Pontón, Los Isidros, Villatoya, Alborea, Casas Ibañez, Fuentealbilla, Golosalbo, Mahora, Bormate, Jorquera, La Recueja, Alcalá del Júcar, Tolosa, Paraje Tranco del Lobo, Tolosa, Alcalá del Júcar, Las Eras, Zulema, Casas de Ves, Villa de Ves (Barrio del Santuario y Embalse del Molinar), Villa de Ves, El Viso, Balsa de Ves, Cofrentes, Los Pedrones, La Portera, Hortunas de Arriba, Mijares, Yátova, Buñol, -por autovia-, Valencia.

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Ruta Hoz del Júcar:
Jorquera, La Recueja, Alcalá del Júcar, Tolosa, Tranco del Lobo -en este paraje, se acaba la carretera-, damos la vuelta por donde hemos venido hacia Alcalá del Júcar, -subimos el puerto-, Las Eras, Villa de Ves, Barrio del Santuario, Embalse del Molinar -aqui termina la carretera y la ruta por la Hoz del Júcar- tenemos que volver hacia Villa de Ves.

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Me encontraba en Mahora (Albacete), por un asunto particular. Era casi la una del medio dia cuando me disponia a regresar a Valencia. Nada más salir de la población vi el cartel: "Hoz del Júcar". Bueno, pensé, en vez de comer en Valencia, cenaré.
El río Júcar nace en la Serranía de Cuenca y en su paso por la Manchuela (Albacete), crea un escarpado paisaje y discurre entre hoces y cañones de gran belleza. Es un trayecto sinuoso, donde el río se contonea entre barrancos y crestas calcáreas.
El primer pueblo que encontramos en esta ruta de las Hoces del Júcar es Jorquera. Este municipio junto con otros, forma parte de La Manchuela (Albacete). Encaramado a un cerro delimitado por un lado por el río Júcar, que atraviesa el término municipal con su discurrir sinuoso formando un cañón con cortados de más de 100 metros de altitud.
Panorámica de Jorquera.

El cauce del río Júcar confiere a Jorquera la singularidad que la diferencia de las tierras llanas circundantes. 


Atravesando el puente, que da entrada a la población, viniendo de Mahora.

La Hoz vista desde el puente.

Tomamos la base del mismo.

A pesar de que los riscos parecen enpeñarse en que por alli no se deberia poder pasar.

El puente desde su misma base...

...de cuyo mirador obtenemos estas vistas.

Continuamos ruta, siguiendo el curso del Júcar.

Abajo los pescadores...arriba, nosotros.

Nos adentramos en el zigzagueante cauce de este río descubriendo las originales formaciones que la acción del agua ha labrado en sus márgenes calcáreas.

El siguiente pueblo que nos encontramos es La Recueja. Una pequeña población de poco mas de 300 habitantes.

Una vuelta por sus estrechas calles.

Donde el agua del Júcar, por su cauce y sus acequias la embellece de forma natural.

Y las curiosas formaciones, cual vigías del territorio se tratara.

Incrustadas en la montaña se encuentran las casas-cueva, típicas de esta zona.

Casas-cuevas en La Recueja.

En dirección a Alcalá del Júcar.

Ruteamos por la margen derecha del rio Júcar, en las paredes de la montaña se hayan labradas por la naturaleza viejas cuevas que en la antigüedad debieron constituir refugio del hombre.

Erosionadas por el transcurso del tiempo.


Entre las aguas del Júcar y los bosques, la carretera ofrece una placentera belleza.

A poco mas de 3 kilómetros encontramos la ermita de San Lorenzo (s. XVIII).


Continuamos por la estrecha carretera disfrutando del sosiego de la zona.

y de los parajes que se nos ofrecen.
.

En algunos tramos casi te tienes que acachar para no darte con el casco en las rocas que sobresalen al camino.


Llegando a Alcalá del Júcar. La Hoz se abre como si nos quisiera recibir con mas luz.

Se otean en lo alto de la Hoz caserios desafiando el acantilado.

Torre del castillo de Alcalá del Júcar, en lo alto de la Hoz.

Llegamos a esta bella población. Alcalá del Júcar fue declarado conjunto histórico artístico y está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Alcalá de Júcar dependió de Jorquera hasta que en 1364 obtuvo el título de villa. Antiguamente fue aduana del camino Real de Castilla a Levante.
Obligado es comenzar la visita por el llamado puente romano, construcción medieval restaurada. De entre las innumerables cuevas que horadan su terreno y que pueden ser visitadas destacan las de Garadén, Masagó y la del Diablo. El castillo de origen árabe, situado en lo alto del lugar, ofrece hermosas vistas sobre la hoz. 

Su peculiar emplazamiento y el que algunas de sus casas se hallen excavadas en la propia montaña, hace que semeje un nacimiento. Su situación, con largas cuevas que perforan la peña sobre la que se asienta la villa hasta el otro extremo, ofrece balcones por el otro lado.

El rio forma a su paso por esta población una pequeña playa fluvial.

Al fondo, la iglesia de San Andrés, construida en los siglos XVI y XVIII, es de una sola nave y forma de cruz latina.

Para un refrescante descanso, antes de comenzar la visita a la población: la terracita de este bar, situado antes de cruzar el puente. Su terraza, a la sombra de enormes chopos, nos darán, si el calor aprieta, el frescor necesario para coger fuerzas en la subida que nos espera.

Porque la visita a la población, al castillo y las vistas desde alli arriba no hay que perdersela.


Desde el castillo podemos obtener una vista distinta de la población, al otro lado del rio y sobre la ladera de la montaña. Al fondo, la antigua plaza de toros. Única en su estilo por su forma irregular. Se desconoce su año de construcción. Fué reconstruida en 1902 como teatro y plaza de toros y se utilizaron materiales tan simples como el barro, cal, cantos de piedra y paja.

De visita obligada son sus casas-cueva. Una de las más conocidas en la Cueva del Diablo, que alberga en su interior un verdadero museo "de todo". Desde su mirador, colgado en el acantilado y saboreando un buen refresco podremos observar las vistas por la otra vertiente de la población.

Nos disponemos a abandonar la ciudad, no sin antes sacar una bella panorámica de la misma.

Seguimos con la ruta de la Hoz del Júcar. Nada más pasar Alcalá, antes de iniciar el puerto que sube a Las Eras, encontramos el desvio a la derecha que nos llevará a Tolosa (pedania de Alcalá del Júcar), la carretera transcurre ahora por el margen izquierdo del rio Júcar.

La vegetación es abundante, tanto que parece quisiera impedirnos el paso.

A unos pocos kilómetros llegamos a Tolosa

También en esta población podemos encontrar una playa fluvial.

Higueras, pegadas al borde del camino. Si es época de este fruto, algún higo podrás probar.


A partir de Tolosa, el camino se estrecha algo más y la suciedad del mismo hace que tengamos que andar con bastante mas cuidado.

pero no hay dejar de recorrerlo porque las vistas son impresionantes

acequia que alimenta a una pequeña central eléctrica que veremos mas adelante.


Continuamos sin dejar el curso del rio.

que lo cruzamos en este pequeño puente.
















Indicación de que nos encontramos en el término municipal de Casas de Ves.


















En 1921, el Ministerio de Fomento, autoriza la cesión de terreno de Monte “Derrubiada” a favor de Electra Industrial, para construir una central Hidroeléctrica en el paraje denominado "Tranco del Lobo", obra que se termina de construir en 1923. Actualmente existe esta pequeña central hidroeléctrica.

 continuamos el curso del rio entre bosques que nos protegen del calor.

Contemplando el rio, la vegetación y las montañas entre las cuales sigue curso.

avanzamos por una sombra tejida por los pinos de al borde del camino.

Nos encontramos en el paraje "Tranco del Lobo". Según versión oral transmitida por personas mayores, se denomina así: “Tranco” por la estrechez del río Júcar y “Lobo”, porque había lobos que saltaban de una parte a otra del río, hasta principios del siglo XX, en ese paraje poblado de pinos y arbustos.



El camino, va a menos, y a más de suciedad pero se compensa con la belleza del entorno.

Antiguo poblado del Tranco del Lobo. En el año 1925, la compañia hidroeléctrica edificó 17 viviendas para los empleados fijos de la Central y una Ermita que se habilitó además para Escuela de niños.

actualmente abandonado.

Es una verdadera sorpresa encontrar de pronto, en un paraje tan solitario, un lugar donde antaño hubo vida.

Huella de los artistas del graffiti,

Una valla me impide continuar...Con lo a gusto que andaba.


El camino cobra un aspecto mini selvático, damos la vuelta por donde hemos venido. Aunque intuyo que de aqui a donde me dirijo hay alguna pista forestal, pero dada la hora que es, que voy solo y suponiendo los grandes desniveles de la zona, no me atrevo a intentarlo por pistas sin asfaltar. Además, en el supuesto que exista, tendría que encontrarla.

doy la vuelta


Deshaciendo el camino hecho, vuelvo a pasar por Tolosa, en este sentido de marcha, la vista de la población es mucho más bonita.


Fuente en Tolosa, donde me refrescaré debidamente y disfrutaré un rato bajo la sombra de los arbustos que la rodean.


La ruta por asfalto me obliga a volver a Alcalá del Júcar y subir el puerto, en dirección a Las Eras, Zulema y Casas de Ves.

Tomando el desvio que me llevará a Villa de Ves. Ando buscando la ribera del rio-. Allá abajo lo tengo.

Se ofrece también una carreterilla, que habrá que bajar, digna del entorno.


Al poco de pasar Villa de Ves, nos encontramos con el "Barrio del Santuario" que haré cuando vuelva a subir por aqui, porque intuyo que cuando llegue abajo, la carretera se acabará.

El embalse del Molinar.

Continuo hacia abajo en busca del embalse. Entre rocas pasaré...

...y no sé adonde llegaré.

Pero lo que tengo a la vista me hace continuar.

Y este pequeño túnel es lo que me encuentro. No se si me sacará o meterá en un atolladero. Pero lo cruzo.

Me sacó y salvé la presa.


y me encontré con otro pequeño túnel de salida labrado en la roca.

Después de este otro túnel, el camino era de tierra y es dónde deduje que, por pista forestal, debe de estar comunicado con el Tranco del Lobo. Opté por dar la vuelta por donde habia bajado.

y visitar el Santuario. Que con el trasluz del atardecer mostraba su silueta en el horizonte...

...y me invitaba a subir.

Previo a la fuerte subida que accede al Santuario encontramos el "Barrio del Santuario". Parece que en la antigüedad fue la  población de Villa de Ves.

Y lo que ahora es el Santuario constituia en aquella época la Iglesia parroquial. Santuario del Cristo de la Vida, de éstilo gótico tardío (s. XVI)

Panel ilustrativo en la explanada del Santuario.


Lugar adaptado en la roca para realizar ofrendas.

Desde la explanada del Santuario se pueden contemplar magníficas vistas del rio Júcar.

por ambos lados de la cima.

Como si de un trampolin se tratara. Me acercaré.

pero no mucho, que da algo de vértigo.

El Barrio del Santuario se asienta en la ladera de la montaña acompañado por el embalse.


Abandonamos el Santuario y, tras pasar de nuevo por la Villa de Ves, continuamos hacia Cofrentes, ya de vuelta a casa. El magestuoso castillo y el campanario coronan la localidad de Cofrentes.

Chimenas gemelas de la Central nuclear que también forman parte de la fisonomia de este valle.

El rio Júcar a su paso por Cofrentes.

Enfilando hacia el puerto de la Chirrichana. Abrir gas y soltar lastre.

Una parada en la fuente.

Fuente de la Chirrichana -cuantas veces de paso y nunca de paro-

El valle de Cofrentes desde la propia fuente.

Enfilo dirección a Requena y me desvio al llegar a la Portera hacia Yátova, carretera de curvas y divertida, Esta fuente -Pozico Valentin-, será mi última parada hasta llegar al destino.
Como decía al principio, en Valencia, cenaré.