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Esta página está dedicada a un Motero alemán, TONI, "primo por parte de mi mujer", natural y residente de Ausburg -ciudad de Baviera- (Alemania), por muchas razones, pero sobre todo porque, cuando alli he ido de visita a pasar unos días con la familia, una moto tenía preparada para mí, "para matar el gusanillo", pues es conocedor de mi afición a la moto, la misma, que para mi suerte, compartimos. DANKE SCHÖN, Toni.
Agosto de 1983
En mi viaje de novios y después de pasar una semana en París, nuestro destino era Ausburg, con la familia paterna de mi mujer. No me esperaba yo que esta Honda 1100 R, formara parte de la familia. En aquélla época yo tenía la Ducati 350 Forza, y por España estas motos, sencillamente "no existían", para mí fue una verdadera sorpresa y un lujazo sentir ese rugido de motor.
En un área de servicio de la Autobahn. Acaso ¿duelo de titanes?
Agosto de 1998
Esta vez sería una Honda Africa Twin 750. Por cuestiones del seguro, llevamos la moto todo el dia en un remolque -que pena que no disponga de una foto de dicho remolque, pues parecía que llevábamos un "pura sangre" en el mismo, aunque en cierto modo lo era, ya me entendéis-, lo cierto es que con el fin de que yo pudiera dar una vuelta en la moto y no tener problema con la policía alemana, fuimos todo el día con la moto a cuestas. Ya por fin en plenos Alpes, pude disfrutar de la moto y de los paisajes, totalmente distintos de como los vivía en coche.
Mi hijo Nacho, con una chupa improvisada.
Agosto de 2009
La Hite es un lugar, en los Alpes Bávaros, donde la familia tiene alquilada, durante todo el año esta casita, un sitio verdaderamente idílico... ¡Qué buenos recuerdos guardo de allí!.
Esta vez aparecieron dos niñas, la Honda VFR y una Honda supermotard. Pues ¡hale!, a dar un rule por esos paisajes tan bucólicos. Todo un lujazo.
Toni, con su moto.
Yo le sigo con la de su hijo, Alex. A la vuelta cambiariamos de motos.
Mi hija Julia, observando...
No hay duda, me quedo con la VFR. No había probado nunca esta moto, y es como si la hubiera llevado toda la vida.
Por allí, de vez en cuando, hay que solicitar permiso para pasar, las vacas tienen preferencia.
Prost, Toni.
