Por lo marrón

¿Musica?


Honda Dominator 650
Después de la CBR, como tenia una scooter para desplazarme por la ciudad, opté por una trail, sentía la necesidad de algo polivalente que me permitiera adentrarme por la sierra de mi pueblo y conocerla más a fondo, tenía la sensación, como enseguida corroboré, que me faltaba descubrir zonas de gran belleza alrededor de por donde me movía, que era Enguera. Qué mejor que una moto tranquila y polivalente como ésta para trillar los caminos, veredas y sendas.



Al residir en Valencia, había perdido contacto con los moteros de mi pueblo, así empecé a salir solo. Iba a mi aire; de vez en cuando me perdía en las rutas por el monte, y en verdad, no me resultaba nada agradable, escuchar y sentir el silencio es alucinante y abrumador, pero cuando sabes dónde estás; Si alguien se ha perdido en el monte sabrá de qué hablo, la ventaja era, que al ir en moto, las idas y venidas sobre los distintos caminos eran rápidas hasta recuperar el correcto, pero vaya, después de algunos de estos despistes y por la cuenta que me traía, empecé a ir con mas cuidado.
La "Domi", en su hábitat.

Sucedió en Navalón, estaba almorzando en la bodeguilla y entró un "sujeto" vestido de romano, nos saludamos como colegas. Él no me reconoció a mi, pero yo, sí a él.
Le dije: Te conozco de Valencia, coincidimos en una tienda de motos de campo, -Motoketama- yo andaba buscando una Honda Dominator de ocasión, y tú, que oíste la solicitud que le hacia al vendedor, me comentaste que tenías tu moto en venta -una Yamaha 600 XT- me la ofreciste como la mejor moto que yo pudiera comprar para las necesidades que en aquel momento, tenía. No, te contesté, he decidido que sea Honda, he tenido una de carretera y no salgo de Honda. -Bueno, tu te lo pierdes-, me dijiste.
Cuando se marchaba, después de comprar algunas latas de cerveza y al verme sólo, añadió: Cuando termines de almorzar, si te apetece puedes venirte a rodar con nosotros, te acercas a la plaza, que estoy con unos colegas de Enguera y de la canal de Navarrés, uno a pinchado la rueda y todavía estaremos un rato hasta que lo solucionemos. Vale, -le contesté-, ahora me acercaré. A partir de ese día, durante seis años y cada mañana de los domingos, nunca más salí solo al monte. Había encontrado peña motera.
El susodicho sujeto, es Ernesto -Boiro, en el MAV-. ¡Cuántos kilómetros hemos rodado juntos desde aquel entonces! Al principio por los parajes de la Sierrra de Enguera, -con motos de campo- y mas tarde y hasta la fecha, por carreteras de nuestro país.
Boiro, con su Honda XR 600

Después de una salida, ya en casa, con mi hija Julia



Julia ayudando a quitarme las botas


Habrá que lavar la moto, ¿no?


Un dia en la nieve por la Sierra de Enguera. En la foto, Boiro y Juanjo, con su peculiar traje de "Gore-Tex".

Juanjo, forrado de plástico. Yo, con chubasquero, menudas pintas.

Boiro conmigo en la foto haciendo de las suyas.

Boiro y Juanjo, teniamos ganas de frio, pero que mal lo pasamos al final de la mañana. Se cerró la niebla y perdíamos las referencias de los caminos. La nieve se hacia hielo, y a cada paso las caidas se sucedian. El premio fue salir de la zona.

En las rutas que nos preparaba el "Vicorino". En menudos berenjenales nos metía. Eran zonas  que él conocia a la perfección, con este tipo de motos, algo complicadas de hacer. Sierra Bicorp, Quesa y  Navarrés.

Si se te iba la rueda, eras víctima, mas valía no mirar hacia abajo.

Ahí estoy, negociando la salida del rio.


El último paga las cervezas.

Vale, otra vez.

Cómo me gustaba a mí, esta zona de agua.

Observantes, a ver si hay suerte, y alguno "se remoja"

Juanjo con su Transalp, haciendo trial.

Benito, en la trialera.

Está de lejos, Boiro no se cae; Se le volcó la moto.

Boiro, negociando una trialera

Monar, vadeando el rio.

Benito, haciendo otro tanto.

Pasaba con mucha frecuencia, no habia forma de abordar determinadas zonas con estas motos.


Juanjo, ayudándome a meter la rueda por algún sitio y salir del apuro.

Boiro intentando encontrar el sitio bueno para salir del atoyadero

No es que yo no lo quisiera ayudar, es que ese día el Benito, -gastando una de las suyas-, se habia bebido toda la cantimplora de agua -que yo siempre llevaba-, y ésta era la ocasión para "mi venganza".

Claro, lo tenia a mi merced.

¿O, es que eramos asi de animales?

Si, asi eramos...

Lluvia de piedras para quien se quede atrapado. Piedras, no, ripios.


KTM 250
Después de tres años con la Dominator, y viendo que  cada vez hacíamos zonas mas complicadas para ése tipo de motos, pensé: Ya está, me compro una ligerita y que padezcan ellos. Así que adquirí la KTM 250, de dos tiempos.
Ja, Ja, en cuestión de semanas todos habíamos cambiado de moto, Ktm, Gas-Gas. De tal manera que, mi gozo en un pozo, porque claro, ahora había que buscar zonas mas apropiadas para estas motos, de tal suerte que los cortafuegos eran los lugares mas deseados. Pero, para esto, mejor motos de trial ¿no?, pues no, trialeras por doquier, y a saco siempre. Con estas motos no se puede ir de tranqui, "se paran". Te piden guerra contínuamente. Una gozada, pero que, si no estás en buena forma física, a lo largo de una mañana terminas que no tienes fuerza ni para ponerle el caballete.

Contemplando, desde arriba, el barranco la Boquilla -en la Sierra de Enguera-.

Impresionante para los sentidos, la vista de este barranco.

En una rambla del barranco.


En la "Vereda". Un momento de relax.


Boiro, en el salto, yo observando.


En el "Cuco". No lo llamo circuito, aunque en los años 70, así se le llamaba: Circuito de moto-cross El Cuco. Es un pedregal con mayúsculas. ¡Qué coño circuito!.
Juanjo, gozando.


Yo, también. De subida.

De bajada.


Los cortafuegos... los deseados.


Yeeee, que se va "pa bajo".


Momento de cigarro y charraeta.

¡Qué joven el Boiro! -camiseta azul-

Observando, cabras de monte.


BMW 650 GS
Después de una temporada, sin moto de campo ni de carretera, tan sólo con la Piaggio 500, me cansé de no tener "moto". Así, me pillé la 650 GS de segunda mano, queria alto polivalente para ciudad y alguna que otra salida, con sensación de llevar moto.
Alguna incursión hice por pistas facilitas, era la moto que usaba para todo, de modo que habia que conservar.
Aquí con Jorge "el Pelao", por la Sierra Calderona.

Nada que ver una con la otra.

Ya lo decia él, terminaré con un "potro".

Menudo maquinón.