En solitario
Provincia: Guadalajara
Duración del recorrido: de tres a cuatro horas
1ª día: lunes, 30 de abril de 2018 -324 Km.- Valencia-Sigüenza-
Valencia, Barracas, Teruel, Monreal del Campo, Molina de Aragón, Maranchón, Sigüenza.
2º día: martes, 1 de mayo de 2018 -58 Km.- Recorrido del Parque Natural
Sigüenza, Mandayona, Aragosa, La Cabrera, Pelegrina, Mirador Félix Rodríguez de la Fuente.
En una de las tantas incursiones realizadas cuando me hallaba realizando el Camino del Cid, y mientras rodaba por la CM-1101 en dirección a Sigüenza, me topé con el desvío a una localidad que, aunque no formaba parte de la ruta por carretera si lo era de la ruta "a pie" y como siempre me pasa cuando viajo solo en moto e intuyo que el lugar puede esconder algún rincón interesante me dejé llevar y aparecí en un pequeño pueblo de muy pocas casas pero situado en un lugar idílico "La Cabrera". Mas tarde descubrí que, claro, sin darme cuenta me había metido de llego en el Parque Natural del Río Dulce.
No era la ruta que en aquel entonces iba realizando pero sí me sirvió para incluirla en la mochila de rutas pendientes a realizar.
El momento ha llegado y así me propongo realizar con toda la tranquilidad que se merece un recorrido por las localidades más interesantes del Barranco del río Dulce, localizado íntegramente en el norte de la provincia de Guadalajara.
Valencia, Barracas, Teruel, Monreal del Campo, Molina de Aragón, Maranchón, Sigüenza.
Aprovechando la festividad del día uno de mayo, salgo hacia el medio día en dirección a Sigüenza. Como tengo mucho tiempo por delante y tan sólo algo mas de 300 km. me tomo la ruta con calma y hasta Barracas voy por la N-234, evitando la Autovía de Mudéjar.
No pierdo la ocasión de subir por las viejas cuestas del Ragudo que me llevan a la entrada de Barracas. Tampoco de hacer un alto en el camino, en esta localidad, y tomar fuerzas para continuar la ruta, con productos tan típicos de la zona. El restaurante Los Llanos es uno de los que me gustan. Si voy solo, no me recreo mucho en la comida, pues de este modo, no se hace tan pesado el viaje.
Hasta Molina de Aragón el tiempo resultó muy apacible. Es a partir de aquí cuando las nubes oscuras cubrieron el cielo. Paré a enfundarme el chubasquero y mientras lo hacía me percaté de los copos de nieve que caían como si fueran trocitos de algodón ¡Qué bonito me parecía todo!
A medida que la altitud subía, la nieve cada vez era mas copiosa.
Fue en este punto donde me surgieron los fantasmas de dar la vuelta o continuar. Era la posible formación de hielo en el asfalto lo que me preocupaba. Deduje que en esta carretera es de las que las mantienen en épocas de nieves con cantidades importantes de sal para evitar la formación de placas. Así que con estas elucubraciones y despejándome casi de continuo la pantalla del casco de la nieve que se iba acumulando tiré hacia delante.
Me alegré de la decisión tomada. En el término de Mazarete, aunque la nieve empezó a cuajar en la cuneta y los campos, confirmé que el asfalto continuaba limpio.
Hay que ver, pensé: Lo que empezó con una ruta de mero tránsito hasta llegar a Sigüenza se convirtió en una verdadera gozada de trayecto. Y como no había que bien disfrutarlo me recreé todo lo que pude y más cuando obsevé que el cielo abría y la nieve dejaba paso a una leve lluvia.
No me gustan nada los selfies. Pero si quería inmortalizar este momento, de la pantalla del casco cubierta de nieve, en esta época del año, no quedaba otro remedio.
Iba yo todo pletórico pensando en el disfrute de rodar bajo la nieve sin que se me hubiera complicado demasiado y pensado que todo había pasado, pues es fácil suponer que, cuando la climatología se complica, se sabe como empieza pero nunca como termina. Y mientras mi mente divagaba con estos pensamientos llegó el pedrisco al alcanzar el término municipal de Alcolea del Pinar. Los 1200 metros de altitud hicieron su impronta.
Aunque mas que pedrisco era nieve dura. Bolas de nieve dura. Afortunadamente esta carretera está plagada de paradas de autobús que sirven de refugio ante las inclemencias del tiempo. Y bien que hice uso de ellas porque en esta zona el viento helado, azotaba con ganas.
Tras la tempestad llega la calma. Y así con este bonito cielo llegué a mi destino: Sigüenza.
Confiando, eso sí, que la jornada del día siguiente fuera mas apacible y me permitiera disfrutar plenamente de la misma.
Con la moto ya aparcada en la puerta del hotel donde había reservado habitación y antes de subir tenía que entrar en calor. Con dos vinos fueron suficientes antes de una ducha bien caliente. Estaba en disposición de una cena en condiciones. Tras la cual cayó una copa, en un lugar, que me permitió entablar una buena conversación con una persona del lugar que me informó con mucho entusiasmo de la ruta que pretendía hacer al dia siguiente. Tanto entusiasmo que la mujer lo amenazó con dejarlo solo ya que, según le dijo, estaba mas a gusto conmigo que con ella. Cuando vi que aquello se le podía complicar me despedí agradeciéndole toda la información facilitada y la charla tan amena que mantuvimos.
Me permitiré no deciros de que se trata este plato -por aquello de las sensibilidades culinarias-, pero estaba riquísimo.
Me permitiré no deciros de que se trata este plato -por aquello de las sensibilidades culinarias-, pero estaba riquísimo.
Sigüenza, Mandayona, Aragosa, La Cabrera, Pelegrina, Mirador Félix Rodríguez de la Fuente.
El único recorrido posible por el interior del Parque Natural es pie o en bicicleta. Está totalmente prohibido la circulación por el mismo de vehículos no autorizados. No queda otra, pues, que visitar los pueblos de su interior y volver por donde entramos, pero aún así, bien vale no perder la oportunidad de recorrerlo.
Ruta por carretera: Parque Natural Barranco del Río Dulce
Con la silueta al fondo del castillo de Sigüenza empieza la jornada de hoy.
La ruta se puede iniciar empezando en Sigüenza y terminando en Mandayona. Yo he preferido hacer los 20 km que me separan y empezar en Mandayona. -en realidad, tenía ganas de darle al gas- la carretera es de buen asfalto y curvas rápidas. El fresquito de la mañana incitaba a ello.
En la entrada de Mandayona encontramos el Rio Dulce. Y desde aquí iniciamos nuestra andadura.
Se encuentra en las afueras de esta población el centro de interpretación del Parque Natural. Es temprano y lo encontré cerrado -no sé si por la hora o porque era un dia festivo-
En apenas 2,5 km encontramos el desvío que, por la GU-119 nos llevará al primer destino dentro del Parque: Aragosa
La carretera es muy estrecha
como siempre ocurre cuando se trata de llegar a lugares con encanto.
El rocío de la noche todavía presente en la carrocería de los coches.
Colosales escarpadas buitreras rodean este caserío.
Aragosa es una pequeña EATIM -entidad de ámbito territorial inferior al municipio-, perteneciente al municipio de Mandayona.
Panel informativo del recorrido y las características del Parque.
Al final del pueblo comienza el parque natural del Barranco del río Dulce. Es una ruta senderista y el paso de vehículos no autorizados está totalmente prohibido. El cartel nos anuncia La Cabrera 7,5 km. Nosotros tendremos que volver por donde vinimos y retomar la CM-1101 para ir a la siguiente población.
Naturaleza plena.
Deshacemos el camino recorrido para volver a la CM-1101 y dirigirnos a La Cabrera
A pesar de mi tranquila marcha por estos parajes, para no molestar a sus "habitantes", un par de cabras salieron de estos pastos y a toda velocidad cruzaron la carretera a pocos metros de la moto.
Ya en la CM-1101. Finca "El Cerrillar"
Uno se pregunta ¿quién puede poseer una finca de este calibre?
El paisaje es para disfrutar de verdad
El Monte de Cutamilla es una finca particular de 1.200 hectáreas de extensión situada en la pedanía de Moratilla de Henares, perteneciente al municipio de Sigüenza.
Una barrera y cámaras de seguridad, signo inequívoco, de propiedad privada, me impide adentrarme por estos parajes.
Font Vella, la prestigiosa marca de aguas minerales tiene, en los Montes de Cutamilla una de sus instalaciones.
Tomamos otro desvío que nos llevará a La Cabrera
A lo lejos ya divisamos la pequeña población. El Alto Turia ante nuestros ojos.
La Cabrera es una pedanía perteneciente al municipio de Sigüenza. Tiene una población fija de 4 habitantes.
Iglesia parroquial románica
El puente de La -Cabrera
sobre el río Dulce
Y las espectaculares imágenes esta pequeña población, con algunas chimeneas todavía humeantes.
por aquí no se pasa. Aquí se va.
Un poco antes de llegar a Sigüenza encontramos, a la derecha, el desvío que nos llevará a Pelegrina.
Pasados unos kilómetros volvemos a desviarnos, de nuevo para enfilar a Pelegrina
Y nada mas tomarlo, ya visualizamos una panorámica de la población con su castillo.
Pelegrina es una pedanía de Sigüenza, a orillas del Parque Natural
Atravesamos la pequeña población. Aprovechando que todavía la horda de visitantes todavía no ha llegado, puesto que a la entrada del pueblo anuncian la prohibición de circular a vehículos de no residentes.
Directos al castillo.
A pie del castillo podemos disfrutar de un precioso valle.
Al abandonar la población, encontramos estratégicamente situada una pequeña área de descanso.Y provechamos para hacer una breve parada, pensando que, hemos llegado a tiempo, pues a estas horas empiezan a llegar multitud de coches hacia Pelegrina. La afluencia de visitantes se debe a la multitud de rutas senderistas que hay en la zona.
pero sobre todo, a disfrutar de otras panorámicas que nos ofrece el entorno
Tomamos rumbo al Mirador de Félix Rodriguez de la Fiuente.
Ya divisamos la entrada del mirador
Nada mas aparcar la moto y poner pies a tierra en la entrada del mirador
Reza en el cartel:
MIRADOR DE PELEGRINA
EN HOMENAJE AL DOCTOR D. FELIX RODRIGUEZ DE LA FUENTE
Y COLABORADORES QUE AQUI RODARON SUS PELÍCULAS
Así es, el famoso naturista que rodó las famosa serie de televisión "El Hombre y la Tierra" Muchos de esos documentales fueron grabados en este barranco.
Las vistas desde este mirador son expectaculares
hoces formadas por la erosión del rio
Una pequeña cascada. Solo si ha llovido recientemente se capta esta imagen -al menos es lo que me dijo un lugareño-
Dejando atrás el mirador
de vez en cuando hacemos paradas para contemplar tanta belleza natural
