Sierras del Segura y Alcaraz

Fecha: 14 de junio de 2014

Organiza: Pedro Soler

Asistentes: 11 moteros

Recorrido: 570 Km

Fotos: Pedro Soler, Pacovi

Hacia mucho tiempo que deseaba rodar con los amigos de la Peña "ha100docamino", donde muchos de sus componentes son paisanos míos -y los que no, como si lo fueran-, aunque de generaciones mucho mas jóvenes que la mía. Ya hubiera querido yo, que en mi juventud hubiera habido tanto motero en mi pueblo. Aunque ya se sabe que, cuando uno se enfunda el casco y se sube a la moto, no se acuerda de la edad que tiene.

Pues bien, Pedro Soler, me dió la oportunidad de hacer una ruta con el grupo, y espero que no sea la última. Porque ¡vaya tela, lo bien que lo pasé!

Ruta propuesta:

Enguera, L'Alcudia de Crespins, Almansa, Montealegre del Castillo, Fuente-Álamo, Ontur, Albatana, Sierra, Ayna, Elche de la Sierra, Peñarrubia, Broche, Molinicos, Riópar, Salobre, Reolid, Alcaraz, El Horcajo, Robledo, San Pedro, Pozuelo, La Solana, Peñas de San Pedro, Pozohondo, Campillo de las Doblas, Pozo Cañada, Bodega, Chinchilla de Monte-Aragón, La Felipa, Casas de Juan Nuñez, Alatoz, Carcelen, Ayora, Enguera.

Mapa de la ruta

Pedro nos facilitó el roadbook de la ruta ¡Joder! si es de estilo idéntico al que utilizo yo en mis viajes. Bueno, el de Pedro bastante mejorado. El mio es mas de ir por casa.

Eran las 7 de la mañana cuando empezamos a agruparnos en el lugar de la salida. Ernesto y yo habíamos salido de Valencia una hora antes para acudir a la cita.

Todavía era de noche cuando Ernesto y yo salimos de Valencia. El día fue abriendo durante el camino a Enguera.
Ya en la Cooperativa de Enguera, lugar de la salida y listos para emprender la ruta, tras los preceptivos saludos y "cafeses". Se echa de menos la foto de grupo antes de la salida, pero claro, a esas horas...

Fueron las curvas del tramo: Enguera-L`Alcudia de Crespins, las que nos despertaron del madrugón. Desde L`Alcudia de Crespins hasta Almansa por autovia, donde la dejamos para "tomar nacionales", en dirección a Hellín.
Parada en Montealegre del Castillo, para estirar piernas, unos, y para fumar, otros.

Ya metidos en harina. Parada obligada para contemplar, desde el mirador, la población de Ayna y la Sierra.

No somos los únicos moteros de la zona...

Panorámica, desde el mirador, de la bella población albaceteña de Ayna.

¡Coño! se me fue el santo al cielo. -esta foto, lógícamente, no es de la salida-

¡Cómo somos!, en cuanto vemos una moto, allá que nos montamos. Aunque ésta sea un monumento, a la película de Jose Luis Cuevas "Amanece, que no es poco". Rodada en Ayna y poblaciones cercanas.

Eso, eso. Hay que aprovechar que podemos montar ¡Sin casco!


Aprovechamos la parada para las "charraetas" de rigor.

y, de paso, contemplar la Sierra del Segura, una de las bellas sierras que posee Albacete.

Tenemos que retomar la ruta.

Foto del grupo tras haber dado buena cuenta del almuerzo en la terraza de un bar en la población de Elche de la Sierra.

antes de partir de esta población llenamos depósitos. Ellas también se alimentan.

Y nos perdimos...¡como tiene que ser!

¡Cómo, si no!,  hubiéramos podido disfrutar de la sombra de este hermoso nogal.

Donde, justo enfrente, nos pudimos refrescar por dentro, debidamente. Estamos en la pequeña aldea de Moropeche ¡Ahí es nada!

¡Genial Pedro! sencillamente ¡Genial! La tecnología mas actual contra lo mas racional y lógico.

Disfrutando de la sombra.

Lo de este hombre "Jerónimo" no tiene nombre. Hay que disfrutar de su compañía para saberlo.

A ver ¡Que sepáis! No todo fueron paraditas. Que también rodamos.

La singularidad de los pueblos manchegos se extiende hasta el nombre de los mismos.

Bordeando el embalse de la Fuensanta, en el término de Yeste (Albacete).

Siempre me repito cuando se trata de provincia de Albacete. Y es que, esta provincia también es una gran desconocida. Pues ademas de sus extensas y secas llanuras posee las ricas Sierras del Segura y de Alcaraz. Las Lagunas de Ruidera, que comparte con la provincia de Ciudad Real y otras zonas, con abundantes ríos y humedales.

El asfalto bastante roto pero el entorno lo compensa con creces.

Aprovechar las sombras era inaludible, la jornada fue calurosa de verdad. Y refrescarse por dentro también, aunque yo, a Ernesto, casi nunca lo pillo con el agua en la mano.

En Riópar, ya apuntando el medio día fue, en esta ocasión, el lugar de la parada.

Ya avanzado el medio día, la última parada de la jornada sería en El Cubillo. Buen lugar para refugiarse del calor y llenar los estómagos.

Restaurante al borde de la carretera, y aunque muy concurrido, encontramos nuestro lugar.

Después de la copiosa comida y tras efectuar el tramo de El Jardin, me despedí del grupo para volver a Valencia. El reloj se impuso y no pude hacer la ruta completa por Ayora, como me hubiera gustado ¡Otra vez será! A las 8 me había comprometido a estar en casa. Y así fue. La cena será en Cullera, con la brisa del mar...y recordando la intensa jornada motera.

Foto de la jornada "JERÓNIMO". Ya no se me olvida tu nombre, amigo.