Costa da Morte-Rías Baixas

Música

Fechas: 8 dias -8 al 15 Agosto de 2011-
Recorrido total: 2.646 km
En solitario con acompañante


La ruta por tramos:
Por el Camino de Santiago: de Astorga a Santiago de Compostela
Rumbo a la costa: de  Santiago  de Compostela a A Coruña
Costa da Morte: de Caión a Muros
Rias Baixas: Ria de Muros y Noia-Ria de Arousa-Ria de Pontevedra-Ria de Vigo
Islas atlánticas: Isla de la Toja - Islas Cíes
Por el interior de Galicia: De Vigo a Verin
El regreso: Visita a Salamanca


Ruta y poblaciones de paso:
1º día; lunes, 8 de agosto de 2011: Valencia-Ponferrada -817 km.
Valencia -por Autovia-: Madrid-Las Rozas-Torrelodones-Puerto de Guadarrama-Arévalo-Medina del Campo-Valladolid-Tordesillas-Benavente-La Bañeza-Astorga -por N-VI-: Pradorrey-Combarros-Torre del Bierzo-Bembibre-Ponferrada.

2º día; martes, 9 de agosto de 2011: Ponferrada-Santiago de Compostela -213 km-
Ponferrada-Villafranca del Bierzo-Pereje-Trabadelo-Pto. de Pedrafita do Cebreiro-O Cebreiro-Hospital-Pto. El Poyo-Fonfria-Lamas-Triacastela-Samos-Sarria-Portomarin-Gonzar-Guntin de Pallarés-Palas de Rei-Melide-Arzúa-Burres-Ferreiro-Cerceda-O Pedrouzo (O Pino)-Santiago de Compostela.

3º día; miércoles, 10 de agosto de 2011: Santiago de Compostela-A Coruña-Malpica -118 km.-
Santiago de Compostela-por N-550-: Oroso-Montaos-Ordes-Mesón do Vento-Herves-Carral-A Coruña-Arteixo-Caión-Noicela-Oza dos Rios-Carballo-Cances-Buño-Malpica de Bergantiños.

4º día; jueves, 11 de agosto de 2011: Malpica-Muros -207 km-
Malpica de Bergantiños-Beo-Barizo-Cores-Niñons-Corme Aldea-Corme Porto (Punta Roncudo)-Ponteceso-Laxe-Traba-Ponte do Porto-Camariñas-Cabo Vilán-Leis-Molinos-Muxía (Punta da Barca)-Bermun-Cee-Corcubión-Cabo Fisterra-Corcubión-O Pindo-Caldebarcos-Carnota-Lira-Lariño-Muros.

5º día; viernes, 12 de agosto de 2011: Muros-Vigo -245 km-
Muros-Sabardes-Serra de Outes-Noia-Portosín-Porto do Son-Baroña-Caamaño-Xuño-Oleiros-Olveira-Corrubedo (Cabo de Corrubedo)-Santa Eugenia (Ribeira)-Palmeira-Boiro-Bamio-Carril-Villagarcia de Arousa-Cambados-O Grove-La Toja-Sangenjo-Combarro, por autovia: Pontevedra-Vigo.

6º día; sábado, 13 de agosto de 2011: Vigo-Islas Cíes-Vigo-Ponte Caldelas -55 km-
Vigo-Islas Cíes-Vigo-Pontevedra-Vilarchán-Tourón-Ponte Caldelas.

7º día; domingo, 14 de agosto de 2011: Ponte Caldelas-Salamanca -420 km-
Ponte Caldelas-Forzans-Estacas-Piñeiro-A Cañiza-Cortegada-Poulo-Celanova-Vilar de Santos-Trasmiras-Estivadas-Monterrei-Verin-Zamora-Salamanca.

8º día; lunes, 15 de agosto de 2011: Salamanca-Valencia -571 km-
Por autovia: Salamanca-Valencia

Ruta completa



1º día; lunes,  8 de agosto de 2011:  Valencia-Ponferrada -817 km.
Valencia -por Autovia-: Madrid-Las Rozas-Torrelodones-Puerto de Guadarrama-Arévalo-Medina del Campo-Valladolid-Tordesillas-Benavente-La Bañeza-Astorga -por N-VI-: Pradorrey-Combarros-Torre del Bierzo-Bembibre-Ponferrada.

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El inicio
En esta ocasión el viaje lo realizo con mi mujer como pasajero, -confío que no coja un tren de vuelta a mitad del viaje o antes-.
Salimos de Valencia a las 10 de mañana, ya aprieta algo el calor, con lo cual nos vamos haciendo a la idea de lo que será la primera jornada, pero claro, vamos a Galicia,-eso será solo la primera jornada, pensamos-. Graso error, todos los días tuvimos temperaturas de entre 27º y 35º, ¿el cambio climático? Muy a mi pesar, La Mancha, la pasaremos de soslayo, con la intención de avanzar lo máximo posible, hasta llegar al destino previsto de la primera jornada.
Son casi las 3 de la tarde y en  nuestras posaderas algo mas de 500 km, es hora pues, de hacer una parada para recobrar fuerzas. Qué mejor sitio que Medina del Campo. Una terraza al lado del cauce del rio Zapardiel, afluente del Duero, que lo único que tiene de rio son los puentes que lo salvan, pues el cauce está totalmente seco. Vamos de paso pero, una visita, aunque sea exterior del Castillo de la Mota, resulta obligatoria en esta ciudad. Llama la atención la completa restauración del castillo y la enorme altura de su torre del homenaje.

Valladolid dista tan solo a unos 50 kilómetros de donde nos encontramos, así que el café lo tomaremos en Valladolid, de este modo, además de cambiar el ritmo de rodar yendo por carreteras secundarias, recordaré Pingüinos. Aunque nada tiene que ver, ni hace frío ni se puede aparcar la moto en la Plaza Mayor, como así me indicó un policía municipal, apenas aparqué la moto. Me dice -no se de dónde viene usted, pero aquí en Valladolid hay plazas de aparcamiento de motos en todas las calles, y donde usted la ha dejado esta totalmente prohibido- No le conteste, pero pensé -pues yo siempre que he venido a esta ciudad, la he dejado donde me ha salido de los c..., pero tampoco era cuestión de provocar...a fin de cuentas, era él quien tenia la razón. Y además de verdad, pues en cada calle aledaña a esta plaza, existen muchas plazas de aparcamiento para moto. Después de tomar café en una terraza de la Plaza Mayor de Valladolid y de recrearse un buen rato contemplado la magestuosidad de esta bella plaza, con el Ayuntamiento presidiéndola, enfilamos hacia Astorga.


En esta época el día alarga mucho de modo que aún tendríamos tiempo de hacer un tramo del Camino de Santiago -en esta ocasión, será en moto-. En Astorga, donde el paso de peregrinos era notorio, ya tomamos carreteras de segundo orden hasta Ponferrada siguiendo la estela del Camino. Ponferrada es un buen lugar para hacer parada y fonda. Tenia reserva en hotel, algo que no es habitual en mi, pero al no hacer el viaje en solo quise ser previsor. Con la ayuda del GPS, no tardamos en encontrarlo, muy céntrico, acogedor y relativamente económico Hotel Temple. Son las ventajas de las reservas 0n-line por aquello de las ofertas de última hora. 

Por un módico precio el hotel dispone de plaza para guardar la moto. Y tras ello, una reparadora ducha y un breve descanso, se hizo la hora de buscar lugar donde llenar el estómago.
A pesar que la temperatura había bajado lo suyo, nos decidimos por cenar en una terracita, después del calor que habíamos pasado a lo largo de la jornada, apetecía algo de fresco.

No dejamos pasar la ocasión para hacer un breve paseo nocturno por esta sugerente ciudad.

Edificio que alberga el Ayuntamiento de Ponferrada.

El castillo iluminado evoca a su contemplación. Y si lo haces al lado de su muralla con una copa en la mano, mucho más. Pronto a dormir. El calor padecido en la ruta, más que los kilómetros recorridos, pasan factura.

2º día; martes, 9 de agosto de 2011: Ponferrada-Santiago de Compostela -213 km-
Ponferrada-Villafranca del Bierzo-Pereje-Trabadelo-Pto. de Pedrafita do Cebreiro-O Cebreiro-Hospital-Pto. El Poyo-Fonfria-Lamas-Triacastela-Samos-Sarria-Portomarin-Gonzar-Guntin de Pallarés-Palas de Rei-Melide-Arzúa-Burres-Ferreiro-Cerceda-O Pedrouzo (O Pino)-Santiago de Compostela.

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Por la mañana, después del desayuno, un breve recorrido por las calles de esta ciudad cuyo origen se remonta a la edad media. En el entramado de callejuelas que componen el casco antiguo se conservan vivas las huellas de la historia de Ponferrada. en la parte alta de la ciudad...

...y presidido por la silueta majestuosa del Castillo de los Templarios. Cuando en 1178 Ponferrada pasa a depender de la Orden del Temple por donación de los reyes leoneses, los templarios se encuentran una pequeña fortaleza que fue en su origen castro y posteriormente ciudadela romana. Ellos la amplían y mejoran como defensa del Camino de Santiago, estando acabada en 1282.
A pie de foto, el símbolo que identifica la ruta jacobea!

Entrada del castillo de los Templarios


El río Sil, a su paso por Ponferrada. El río divide a la ciudad, de un lado el casco antiguo y de otro la ciudad moderna.

Continuamos la ruta del Camino de Santiago. De Ponferrada a Santiago de Compostela hay unos 215 km. Es prácticamente la misma ruta que hice a pie, diez años antes. Entonces me costó 8 días llevarla a cabo, con jornadas de 20 a 30 km diarios. En esta ocasión tan sólo fueron algunas horas, pero de alguna forma volví a revivir gratamente aquellas duras jornadas de a pie aunque, evidentemente, nada tienen que ver.
Los peregrinos nos miraban con cara de... Sí, ya lo sé, a mi también me ocurriría lo mismo en vuestro lugar. Lo que no sabían ellos, que yo, en mis adentros, cada vez que los adelantaba, les deseaba "BUEN CAMINO"

Continuamos rodando por la comarca del Bierzo. En el pequeño municipio de Ruitelan efectuamos un breve descanso, más para contemplar que para descansar.

Un pequeña terraza pero con una acogedora sombra, nos atrajo de manera inmediata. Se encontraban en la misma dos peregrinas, haciendo un alto en "El Camino" y curándose las ampollas de los pies. Les pregunté como iba su "Camino" y, a sabiendas de la dura subida que a no mucho tardar encararían hacia O Cebreiro les dí ánimos para que no desfallecieran... El Camino, cuando se hace a pie, te da fuerzas para todo. Ademas de que las vistas, en la medida que fueran ganando altura por la montaña, les compensarían con creces el esfuerzo que tendrían que realizar.

Yo, con el calor que hacía, agradecí no tener que hacer esa subida a pie.

Una vez culminado el puerto, nos encontramos la parroquia de O Cebreiro, perteneciente al municipio de Piedrafita do Cebreiro. Los recuerdos se me agolpan en la mente... y me viene a la memoria lo mucho que me costó hacer esta dura subida a pie y cargado con una mochila a la cual le sobraba el "por si acaso" hasta llegar al albergue de peregrinos que se ubica en esta pequeña parroquia, y donde en aquella ocasión pernoctamos.
La moto la dejé aparcada lo mas lejos que pude para no molestar los pasos de los peregrinos. Quizás sea porque antes lo hice a pie aprecie, de una forma diferente, estos pequeños detalles.

O Cebreiro ¡Qué lugar tan peregrino!

Sus típicas pallozas

La pallozas son construcciones de origen prerromano, presumiblemente celta, típicas en algunas zonas del noroeste peninsular. Son el resultado de la adaptación del hombre a las condiciones climatológicas adversas en una época donde los materiales de construcción no eran los mismos de ahora.

Las construcciones de piedra con techos de pizarra, aunque mas modernas conservan la imagen idílica de este lugar, que es la entrada del Camino de Santiago en Galicia.

Las vistas desde aquí arriba son espectaculares.

En O Cebreiro cada rincón conviene descubrirlo.

La Iglesia del lugar, una joya del románico

Saliendo de O Cebreiro subimos el Alto de San Roque -1.270 m. de altitud- uno de los puntos mas altos del Camino. Aquí se encuentra la gran estatua de bronce "Peregrino luchando contra el viento", apoyado en su bordón. Esta obra se ha convertido en uno de los símbolos más importantes de la Ruta Jacobea en Galicia.

Algo mas adelante llegamos al techo del Camino en Galicia "El Alto del Poio" -1.337 m de altitud-. Subir aquí en moto ha sido un paseo. A pie la cosa cambia. El premio, como antaño lo fue, una cerveza bien fría en la terraza del "Alberque Bar Puerto". Bar, que a su vez, también es albergue de peregrinos. Y aquí, como en tantas ocasiones a lo largo de esta ruta me acordé de quien en aquella ocasión compartía el Camino conmigo, mi hijo Nacho. Lo llamé por teléfono y se lo dije...

En Samos, su torre reloj y el crujir de nuestras tripas, nos anuncian que ya es hora de buscar lugar donde comer.

El Monasterio de San Julián de Samos, fundado en el siglo VI. Pertenece a la orden de los benedictinos.


Sobre el puente que atraviesa el rio Oribio, con sus barandillas adornadas con uno de los símbolos que identifican a un peregrino del Camino de Santiago: La concha de vieira. 
Ya, hacia el medio día, optamos por comprar algo y hacer picnic. La zona lo requería.

El rio Oribio. En su ribera, buscaremos el lugar.

Y a fe que lo encontramos: picnic y siesta. La siesta, para mi, siempre es sagrada. Y, al parecer, también que alguien me saque la foto. Como si no fuera lo normal...

Después de este, no sé si merecido, pero vital descanso, continuamos ruta en dirección a Santiago, donde teníamos efectuada la reserva de hotel de la segunda jornada. Esta vez el "intenete" nos jugó una de las suyas, pues el hotel estaba en un centro comercial, a las afueras de la ciudad cuando pensamos que el centro, se refería al centro de la ciudad. Siempre procuro cogerlo en el centro por aquello de dejar la moto y no cogerla hasta el día siguiente, lo que te permite salir a cenar y beber con mas tranquilidad. Esto ya no nos volvería a pasar más, pues a partir del segundo día ya no teníamos ninguna reserva hecha. Yo daba por echo que mi mujer, a estas alturas del viaje, aguantaría lo que encontráramos sin pensamientos de tomar un tren de vuelta...

Deambulando por la ciudad, antes de la cena. Sin mochila, Santiago de Compostela, se me antoja de forma muy diferente ¡la eché en falta! ¡qué cosas!




La Puerta Santa, también conocida como la Puerta del Perdón. La Puerta que sólo se abre los años Xacobeos.

Plaza del Obradoiro. Es el corazón de la ciudad, su nombre deriva de los talleres de canteros que trabajaron en la construcción de la Catedral.
Enfrente de la fachada de la Catedral se encuentra el Pazo de Raxoi, de estilo neoclásico -s. XVI-. El Pazo lo ocupa el ayuntamiento y es sede de algunas instituciones autonómicas.
El centro de la Plaza del Obradoiro es el kilómetro cero del Camino de Santiago.

Atardecer junto a la Catedral, símbolo inequívoco de la ciudad.

3º día; miércoles, 10 de agosto de 2011: Santiago de Compostela-A Coruña-Malpica -118 km.-
Santiago de Compostela-por N-550-: Oroso-Montaos-Ordes-Mesón do Vento-Herves-Carral-A Coruña-Arteixo-Caión-Noicela-Oza dos Rios-Carballo-Cances-Buño-Malpica de Bergantiños.

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Pasaremos la mañana visitando la ciudad. Al menos, su centro histórico, la Catedral y alrededores. Al fondo se encuentra el Hostal de los Reyes Católicos. Fue construido como hospital de peregrinos por orden de los monarcas castellanos. Actualmente es Parador Nacional.

Santiago es, junto con Jesusalén y Roma, la tercera Ciudad Santa del mundo. Declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad es un centro de peregrinación milenaria. Todo ello entorno al descubrimiento del sepulcro del "Apóstol Santiago" y del llamado "Camino de Santiago".

Tuvimos suerte, -alguien habría pagado- y en la misa hacían volar el Botafumeiro. Eso si, nos tragamos la misa entera, porque ni pa fumar te dejan salir...pues si sales de la iglesia, ya no te dejan entrar hasta que termine la misa.

Espectacular el órgano de la Catedral.

Y cómo no, el abrazo a la figura del apóstol en el altar mayor de la Catedral. Al menos saldremos de aqui, con algún deseo pedido al apóstol y limpios de pecado..., digo yo

El sepulcro del Apóstol Santiago.

Y después del sepulcro: Vida. En busca de la tapa y caña, antes de partir hacia A Coruña.

Al medio dia abandonamos Santiago con rumbo a A Coruña. Tomé la carretera nacional pensando que valdría la pena pero no fue así. Mucho tráfico y encima a los 15 dias del regreso un notificación de Tráfico, con foto de recuerdo, por exceso de velocidad. No tiene ningún atractivo esa carretera y pierdes mucho tiempo, pero en fin, ya estaba hecho. En A Coruña, pregunté nada más llegar, un lugar recomendable para comer. Un motero de la zona me recomendó el mirador de "La Casa del Hombre": Restaurante Domus. No resultó nada barato, pero valió la pena por la calidad de las viandas que nos ofrecieron, por el servicio y sobre todo por la vista que teníamos enfrente nuestro.


El museo Domus, la Casa del Hombre, está ubicado en un espectacular edificio diseñado por el arquitecto japonés Arata Isozaki.

El restaurante se encuentra en el interior del edificio Domus. Desde el propio comedor se puede disfrutar de estas expléndidas vistas.

Con las cuales, uno se olvida de todo.

Por el paseo marítimo...

..llegamos a la torre de Hércules, que hace las funciones de faro.

El mar, protagonista en la ciudad de A Coruña.

Tengo ganas ya, de rutear por la costa. Tras los primeros insulsos 15 kilómetros al dejar A Coruña, tomamos el desvio que, pasando por Arteixo y por carreteras secundarias nos llevará al primer pueblo donde comienza la Costa da Morte. Ya el viento se hace notar pero la belleza de la costa hace olvidarme de ese elemento que tan poco me gusta. Caión es el pueblo mas oriental de la Costa da Morte y pertenece al ayuntamiento de A Laracha. La villa de Caión ocupa una situación privilegiada, tanto por su paisaje como por su historia. El puerto, tuvo mucha importancia para los barcos comerciales de pesca. Caión tenía su propio barrio de pescadores, conocido como Rueiro das Figueiras, ya que en tiempos pasados estuvo muy ligado con la pesca de la ballena.
Las actividades que hoy dan vida a este hermoso lugar son las que tienen como fin la pesca o la recogida de marisco. La sardina, el pulpo y el percebe forman el eje actual de la actividad del puerto. Cabe destacar que en Caión hay abundancia en mariscos (principalmente, centollos y nécoras) y pescados (destacando la lubina, merluza, congrio y jurel).

La carretera deja la costa para adentrarse por el interior, pasamos Oza y Buño antes de llegar de nuevo a la costa. En Malpica termina la jornada de hoy. Ningún problema para encontrar alojamiento, además con vistas a la playa.

Aunque hace mucho, mucho calor, esto no es el Mediterráneo. Y allí, a la playa, me presenté yo, con bañador y toalla al hombro. Y de la misma forma volví a salír de allí: más seco que el "Anís del Mono". Hasta los tobillos me mojé ¡qué fría estaba la jodia!


Atardecer en el puerto de Malpica.

Terminar una jornada de moto en Galicia es un verdadero placer, si lo que te espera es la rica gastronomia de la zona basada en los productos del mar. Y en el Restaurante O´Burato, dimos buena cuenta de ello.


4º día; jueves, 11 de agosto de 2011: Malpica-Muros -207 km- Costa da Morte
Malpica de Bergantiños-Beo-Barizo-Cores-Niñons-Corme Aldea-Corme Porto (Punta Roncudo)-Ponteceso-Laxe-Traba-Ponte do Porto-Camariñas-Cabo Vilán-Leis-Molinos-Muxía (Punta da Barca)-Bermun-Cee-Corcubión-Cabo Fisterra-Corcubión-O Pindo-Caldebarcos-Carnota-Lira-Lariño-Muros.

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Si al despertar, te asomas a la ventana y tienes una vista asi, o bien te entran ganar de no partir o por el contrario ansías continuar recorriendo esta hermosa y agreste costa. Esto último es lo que me pasó a mi.

En dirección a Corme-Porto, nos liamos ¿Seguro que es por aqui?. Tranquila cari, esto son cosas del GPS. A tirar mano del Michelin... pero ese lugar no estaba en el mapa, asi que a preguntar en un caserio aparentemente habitado. Claro, el primero que salió a recibirme era un perro al que yo solo le veia los colmillos y ¡joder!, el gruñido... me dejó paralizado. Menos mal que, en ese preciso instante apareció la dueña del bicho y todo quedo en un susto. No entendí ni papa de las indicaciones que me dió, no por las indicaciones en si, sino por la dicción tan cerrada de la señora, pero subimos a la moto sin volver a preguntar...ya encontraremos la salida. Lo importante era poner tierra de por medio y largarse cuanto antes del alcance de ese pedazo de mastín.


Al llegar al pueblo costero de Corme y continuando por la carretera llegamos Punta Roncudo. Donde encontramos el faro del mismo nombre. El nombre de esta punta viene dado por el ronco estruendo que hace el mar al estrellarse contra las rocas del acantilado. El Faro de Roncudo es famoso, aparte de por la belleza de su entorno natural, por los famosos percebes del Roncudo. La fuerza del mar en esta zona y las características de sus aguas hacen que el percebe de esta zona sea considerado el mas sabroso de Galicia.

Faro de Punta Roncudo.

Sintiendo el azote del viento. Es fácil aquí que uno se puede imaginar,  en esas agrestes rocas y con ese mar tan bravío a los percebeiros jugandose la vida, para campturar esos pequeños y tan sabrosos crustáceos. Ahora cuando los coma, seré mas consciente de lo que cuestan de arrarcar de las rocas donde crecen.

En las inmediaciones del faro podemos ver las denominadas "Cruces de los Percebeiros", recuerdo constante de la peligrosidad de esta profesión y en homenaje a los muchos de ellos fallecidos en el mar.
Es un entorno agreste, compuesto de rocas de granito erosionadas por el viento y el mar formando una costa muy accidentada, que configura un paisaje natural de gran belleza.


Panorámica de la costa desde el mirador del faro de Punta Roncudo.

También "Ella" quiere ser observadora de esta agreste costa.

La Costa da Morte, nos ofrece maravillosos contrastes. El de ofrecer escarpados acantilados y calmadas playas de blanca arena  y aguas transparentes. Claro ejemplo de ello es la playa de Laxe.

Continuando nuestra ruta llegamos a Camariñas. A las afueras de la población, encontramos las ruinas de un viejo castillo. El castillo del Soberano. Antes oculto por un manto de vegetación, ha salido a la luz para recordar su papel protector de la villa y la ria. Este castillo fue desmantelado, en época muy reciente -década de los 40, del pasado siglo- para utilizar las piedras en la construcción del puerto. Todo un alarde de desidia de la época.


Saliendo de Camariñas por la zona portuaria a unos 5 km. kilómetros de recorrido y enclavado en plena Costa da Morte, se encuentra el Cabo Vilán. Este recorrido es espectacular y, aunque el viento sople con fuerza, la visión que, ya de lejos tienes sobre el faro, te hace olvidar que la moto anda zarandeándose con demasiada alegría.


Los acantilados nos ofrecen una ceremonia de sensaciones.

Al llegar aquí, a lo alto del promontorio donde se encuentra el faro, y entre vaivenes, tanto de la moto como mios, me costó bajar de la moto sin que nos fuéramos al suelo, tanto ella como yo, tal era la fuerza del viento que soplaba.

Pero habia valido la pena subir hasta aqui ¡Y tanto! Uno de los elementos más representativos del lugar es la existencia de un enorme faro en la punta, de más de cien años de antigüedad dedicado a avisar a los navegantes de los peligros de aquél que ose acercarse a la, con razón, llamada Costa da Morte. Se levanta a 105 m sobre el mar justo por detrás de el islote Vilán de Fora Sido y es uno de los faros más potentes de toda la costa Atántica peninsular. El "ojo" de la torre se encuentra a 24 m del suelo y su alcance es de 28-30 millas, es decir, que podría ser visto a más de 50 km mar adentro. El faro de Cabo Vilán señala uno de los tramos más peligrosos de la Costa da Morte, pero también de los más hermosos. Es el faro eléctrico más
más antiguo de España. El enclave fue declarado de Interes Nacional en el año 1933 por ser un lugar rocoso y escarpado y hoy en dia es Monumento Nacional. 

La obra del nuevo faro fue proyectada por los ingenieros Francisco Lizarraga y Adolfo Pequeño. En sus orígenes, hasta seis fareros, un maquinista y un fogonero atendían la construcción. Para ello se habilitó un edificio delante para uso de viviendas, taller y otras utilidades. El edificio de los fareros se encuentra unido con el faro con unas escaleras cubiertas por un túnel. En él se alberga un pequeño museo en donde se guarda la primera linterna utilizada. 

Originalmente se ubicaba un poco más al interior, donde aún hoy podremos observar los restos del antiguo faro de vapor situado encima del alto de Vilán de Terra, pero que debido a su mala ubicación propició la construcción del que fue el primer faro eléctrico de las costas españolas. Este antiguo faro tenía tan sólo un alcance de 10 millas y fue construído en 1854 por Alexandre Olevarría.

Este lugar no es sólo un paraíso de la naturaleza, sino que también es un infierno para los navegantes. Sus costas contabilizan más de 150 naufragios. Entre los más conocidos se recuerda el de el buque militar inglés  "Serpent", ocurrido el 10 de noviembre de 1890.

En este desastre perdieron la vida 172 marineros y sólo hubo tres supervivientes. Los habitantes de la zona llegaron a hacer un cementerio que hoy todavía podremos ver muy cerca del cabo, el llamado cementerio de los ingleses. Este naufragio suscitó numerosas leyendas e historias. Posteriormente los buques ingleses que pasaban por el lugar lanzaban salvas para recordar a sus víctimas. Este desastre propició que unos pocos años más tarde se construyera el nuevo faro, con el fin de que no volviera a ocurrir ese tipo de tragedias.
Al fondo se vislumbra el parque eólico y la carretera que se dirige hacia el cementerio de los ingleses.

De vez en cuando hay que recapitular ruta.

Ponte do Porto recibe su nombre de dos de los elementos más significativos: el Puente y el río que lo atraviesa, el Río Grande. Este puente se construyó en el siglo XIV.

Rio Grande, en Ponte do Porto.

Para llegar a Muxía tomamos una carretera pegada a la costa, pasando por Leis y Os Muiños (Los Molinos).  En el camino encotraremos los típicos hórreos gallegos y los cruceiros. El cruceiro es un elemento etnográfico representativo de la cultura gallega y de su arte, está lleno de leyendas y mitos que todavía perviven hoy en día. La construcción del cruceiro se hace en piedra. Los cruceiros se suelen ubicar, generalmente, en los recintos de la iglesia y en los cruces de caminos, siendo esta última la más habitual. También se pueden encontrar en el interior de los cementerios y algunos en un camino. Los motivos de su construcción son diversos pero predomina el motivo de devoción. También se construyen cruceiros por ofrecimiento o para que rueguen por el alma de quien lo construyó. En algunos cruceiros se consevan inscripciones que apuntan al motivo de construcción. El cruceiro sirve también como indicador de un lugar especial de culto o un espacio sagrado con una energía especial. Sirve también el cruceiro como protección del viandante en una encrucijada de caminos. 

En la playa Barreira Leis encontramos un camping donde hicimos un breve descanso.

Una zona que combina el mar y la montaña.


Y entre la sombra de los pinares que vestían la carretera.


Y aisladas y solitarias playas de agua transparente y arena blanca.


Ya en la comarca de Finisterre, llegamos a Muxía.
El faro de Muxía,  o de Punta da Barca, (año de construcción 1926), está situado en un lugar privilegiado, al lado del Santuario Virgen de la Barca y de sus dos famosas piedras, “Pedra de Abalar y Pedra dos Cadrís”. 

Este faro no es espectacular, pero sí lo es el paraje donde se halla situado. Contemplar como rompen las olas en las rocas, te deja embelesao. Uno se hace la idea de cómo debe de ser un día de temporal en este lugar.

Al fondo se puede apreciar el potente y coloso Cabo Vilán, que hemos visitado antes. Son ambos fieles guardianes en los límites de la ría de Camariñas. 

Entre faros y farolas.


Camino de las famosas piedras.

El Santuario Virgen de la Barca, vigía del mar y de sus piedras.

Las piedras de Muxía
En Punta da Barca, en donde se encuentra el conjunto de piedras importantes por un culto de tipo mágico-religioso que a éstas se practico a lo largo de los siglos. Este conjunto origino un gran numero de ritos y creaciones legendarias precristianas que perduraron hasta nuestros dias.
La tradición se mezcla con el culto jacobeo y los ritos precristianos y aquí es cuando se narra la aparición al Apóstol Santiago de la Virgen María llegando del mar en una barca de piedra. Los restos de esta barca serían los que en la actualidad se encuentran en Punta da Barca.
A Pedra Abalar: la quilla del barco
A Pedra dos Cadrís: la vela
A Pedra do Timón: el timón 
La piedra de Abalar es la que despierta más curiosidad en las gentes. Hay una creencia popular que dice que la piedra se balancea cuando quiere, y que cuando lo hace presagia una desgracia. Antiguamente existía la creencia de que la gente que movía la piedra tenia que estar libre de pecado porque de lo contrario no abalaba. Yo no debo estarlo, porque si es esta la piedra de Abalar, que también tengo mis dudas -de tantas que había-,  no se movió ni un ápice.

La Piedra dos Cadrís que, según la tradición simbolizaría la vela de la embarcación en la que apareció la Virgen. Tiene forma de vela o de riñón. A ella se atribuyen propiedades curativas para dolores de riñones, réuma, etc. Para que estas enfermedades curen es preciso pasar nueve veces por debajo de ella. 

Muy cerca del Santuario existe una escultura construida cuando se produjo la catástrofe del  Prestige, "A Ferida". Es una roca de gran altura partida de arriba a abajo, que representa la gran herida que dejó el Prestige en la costa gallega.

Tras nuestro intenso contacto con estas famosas piedras y algún que otro intento fallido, tanto de pasar por debajo de la piedra dos Cadrís como de que la otra piedra abalardeara, pusimos rumbo al Fin de la Tierra.
Ya desde lejos divisamos Cabo Fisterra.

El cabo Fisterra está situado en la costa atlántica, en el municipio de Finisterre. Fue declarado en el año 2007 como patrimonio Europeo.
Es una franja de territorio que se adentra en el mar y se une por medio de un istmo arenoso al promontorio rocoso de Cabo Fisterra, constituyendo todo ello una pequeña península.
Lo que ha hecho de este cabo un emplazamiento de singular relevancia es su situación geográfica que hace que desde aquí, todo lo que alcanza la vista sea mar, convirtiéndose desde la Antigüedad en el "finis terrae", el final del mundo conocido, el punto más occidental del Imperio Romano.
Durante siglos una obligada referencia náutica, un lugar de paso obligado señalizado desde muy antiguo por los viejos faros.

Cruceiro en Cabo Fisterra.

El Faro de Fisterra fue construido en el año 1.853, a una altitud de 138 m. sobre el nivel del mar, es el faro más occidental y emblemático de Europa. 

El edificio está formado por una torre octogonal, la casa del farero y una plaza de homenajes.

El origen del Camino a Finisterre es incierto, pero son muchos los historiadores que consideran a este cabo como el auténtico término de las antiguas peregrinaciones paganas, anteriores a la cristianización. Por este motivo, muchos peregrinos terminan aquí su peregrinación.

Existen dos tradiciones entre los peregrinos que llegan hasta aqui: 
- Quemar las ropas y dejar las botas, con las que se ha recorrido el Camino.
- Coger una piedra del suelo y grabar los kilómetros recorridos para volver a dejar la piedra como testigo del peregrinaje.
Fuimos testigos de estas tradiciones. Debajo de la cruz había restos de ropa recién quemada. En la zona de cabo está totalmente prohibido hacer fuego y, aunque no lo estuviera, el sentido común debería impedir estos actos que encierran un verdadero peligro de incendio en la zona.

También las zapatillas de algún peregrino en su etapa final del Camino, sobre el mojón que indica "0,00 Km" del mismo.

Acantilados de Cabo Fisterra. Y la roca o isla llamada el Centulo, una roca de 25 metros de alto situada a 700 metros de la costa, donde innumerables barcos han naufragado.

Qué pequeño se siente uno ante esa inmensidad.

Ya de vuelta del Cabo Fisterra encontramos un curioso cruceiro llamado "Cruz de Baixar", que parece presidir el arenal de la playa de Langosteira. Una playa de casi dos kilómetros de litoral, resguardada del oleaje y del viento al que se ven sometidas las playas de mar abierto. La Langosteira está situada en la villa de Fisterra y  se caracteriza por sus aguas tranquilas y cristalinas, así como por la calidad de la arena.

La ria de Corcubión baña los municipios de Cee, Corcubión, Dumbria, Finisterre y Carnota. Se dice que es la ria de transición entre la bravura de la Costa da Morte y la calma de las Rias Bajas.
Puerto de Corcubión.

Tras un recorrido muy pintoresco de poco más de 25 kilómetros llegamos a la villa de Carnota. Pronto descubrimos lo más destacado de esta pequeña población. Carnota tiene fama por su magestuoso hórreo, la casa rectoral y la iglesia de estilo barroco.   


Pues si, es lo que parece: un palomar.

Allí, a escasos metros de la iglesia, y de libre acceso, se encuentra el famoso hórreo, digno de admirar.

El hórreo situando en Carnota, en competencia con el de la parroquia de Lira, es de los más largos de Galicia, con 34,74 m. de largo, 1,90 m. de ancho y 22 pares de columnas. Construido en el año 1760 con aire barroco se encuentra cerca de la plaza de la villa de Carnota. Ha sido declarado Monumento Nacional. Su autor, el arquitecto Gregorio Quintela, transformó en objeto de belleza una constucción de tipo funcional, como es un hórreo


Los hórreos se utilizaban para preservar las cosechas, sobre todo de maíz y patatas. Su separación del suelo evitaba la humedad y su buena aireación y oscuridad hacia que los alimentos duraran mucho más tiempo. Esta separación del suelo también mantenía las cosechas fuera del alcance de los ratones y otros roedores. La cercanía de los grandes hórreos con alguna iglesia o casas rectorales, venia determinada por su pertenencia a estas, debido a que el clero se quedaba con el 10% de las cosechas, el famoso impuesto conocido como el diezmo.

La cubierta es a dos aguas, formado por piedra en sillería. En sus esquinas se elevan dos pináculos con bolardos y una cruz.

Terminamos la jornada de hoy en el municipio de Muros, situado en el extremo norte de la Ria de Muros y Noia, la mas septentrional de las Rias Bajas.
Nada mas llegar aquí, en el paseo marítimo, me ocurrió lo que no me esperaba. Nada más bajar de la moto después de haberla dejado con el caballete lateral, y cuando me estaba encendiendo el cigarrillo de rigor, ¡¡¡cataplas!!!. El caballete había cogido una ranura de tierra y la moto, toda ella, cargada hasta los topes se había ido al suelo -afortunadamente estábamos a cierta distancia y no nos cayó encima a ninguno de nosotros, pues estábamos de espaldas a la moto y de cara al mar-. Al verla en el suelo, y con las tres maletas a tope, pedí ayuda al primero que vi ¡Uy! -me dijo-, estoy mal de la espalda y....bueno, no hay problema, al siguiente que apareció, un chaval joven y grandote, éste es el mio -pensé-. Por favor -le dije-me ayudas a le...No me dio tiempo a terminar la frase, hizo como que no me entendía y me dio la espalda. Lo comprendo. Cuando ya me disponía a quitarle las maletas y aligerarla de peso ¡Me acordé! Ese vídeo colgado en Youtube, de cómo levantar una moto grande del suelo sin ningún esfuerzo. Y lo hice. Y funcionó. Sin ningún esfuerzo por mi parte. De espaldas a la moto en cuclillas una mano en el manillar, otra en el asa del asiento, te pones de pie y la moto se levanta sola sin ningún esfuerzo. Como no sabia si esto iba a funcionar no le dije a mi  mujer lo que pretendía, pero como vi lo fácil que resultó, le dije ¿has visto? Si, me contestó ¿qué pasa, que todos los días se te cae? 

La villa de Muros, declarada conjunto Histórico-Artístico em 1970, es de visita obligada. El legado medieval se hace evidente en cada rincón, en sus callejones laberínticos y nobles casas señoriales.

Su casco histórico es de los más singulares y bien conservados del litoral gallego.

El Ayuntamiento de Muros.


5º día; viernes, 12 de agosto de 2011: Muros-Vigo -245 km -Rias  Baixas-
Muros-Sabardes-Serra de Outes-Noia-Portosín-Porto do Son-Baroña-Caamaño-Xuño-Oleiros-Olveira-Corrubedo (Cabo de Corrubedo)-Santa Eugenia (Ribeira)-Palmeira-Boiro-Bamio-Carril-Villagarcia de Arousa-Cambados-O Grove-La Toja-Sangenjo-Combarro, por autovia: Pontevedra-Vigo.

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Después de un copioso desayuno en una terraza de las múltiples que existen en el paseo marítimo, y siguiendo la tónica de días pasados en cuanto al buen tiempo para rodar en moto, continuamos nuestro periplo por la costa Gallega. 
Comenzamos hoy el recorrido, de norte a sur, de las cuatro rías que componen las Rias Baixas: Ria de Muros y Noia, Ria de Arousa, Ria de Pontevedra y Ria de Vigo.
La primera que recorremos es la situada más al norte, la Ria de Muros y Noia, un estuario que se adentra en tierra unos 18 kilómetros. Aqui, no cunden los kilómetros, es un continuo "entrar y salir" en los estuarios que conforman las rías, cuando llevas un buen rato rodando te das cuenta que alli enfrente has estado hace un buen rato y que todavia estas casi en el mismo sitio pero un poco mas al sur. Pero sin duda las rías Bajas gallegas, con sus hermosas playas, excepcionales paisajes y rica gastronomía, son uno de los principales atractivos de la costa gallega.
Iglesia de San Vicente de Noal, en el municipio de Porto do Son.

Porto do Son está situado en la parte sur de la Ría de Muros-Noia.

Desde un magnífico paseo podemos recrearnos con la vista de una de sus numerosas playas y el puerto.


Boiro, sabía que aparecerías. Sin que sirva de precedente, en esta ocasión te dejaré de lado. Mi ruta va hacia la izquierda, continuando la Ria de Arousa hacia el sur.

Situado en el fondo de la Ría de Arousa, se encuentra la población de Rianxo. En su límite oriental está la desembocadura del río Ulla que forma la división provincial entre A Coruña y Pontevedra.

En Rianxo, haremos un breve descanso.

y disfrutaremos de la Ria de Arousa. Aquí se funden, la montaña, el mar y los ríos, Ulla y Te.

También los habitantes de esta ria descansan cuando la marea está baja.

Ria de Rianxo, con marea baja.

La carretea que, bordeando la Ria nos lleva por Villagarcia de Arousa, es de un tráfico intenso e incómodo, en esta época del año. No tardo pues, en aprovechar después del último atasco a perderme por un camino tras ver una señal que anunciaba un Pazo. 

Y me pierdo como a mi me gusta.

Por pequeños caseríos desperdigados por e l campo.

Siguiendo un camino rodeado por un bosque de eucaliptos. Entre sombras, que buena falta nos hacía, y el silencio, solamente roto por el canto de los pajarillos,

llegamos al Pazo, perdido entre el bosque.

Un paseo a pie por estos lugares te carga de energía para un buen rato.


No tardamos en llegar a la villa de Cambados que, tras un breve descanso y un par de cervezas bien frías, en la sombra de esta terraza, en la misma plaza de Fefiñáns, nos disponemos a recorrer sus plazas y calles de esta ciudad catalogada como conjunto histórico-artístico. 
Cambados también es conocido como la Capital del Albariño, pues el cultivo del vino le dan renombre a nivel mundial. Aquí se creó y se impulsó la Denominación de Origen Rías Baixas.

Pazo de Fefiñáns, situado en la plaza del mismo nombre. El Pazo fue construido en el siglo XVI por Juan Sarmiento Valladares, consejero de Felipe II. 

Está compuesto por dos cuerpos neoclásicos con forma de L,

rematados con unos curiosos balcones circulares. El edificio está unido, a través de un arco, a una finca, en la que destacan los robledales.

Iglesia de San Benito

Pateando la plaza de Fefiñáns, en busca de otros rincones de esta villa.

¡Que vaya si los encontramos!



El singular encanto de las tiendas, en cuyos patios podemos observar un hórreo gallego, junto a los productos más representativos de esta tierra, el albariño. 


Detalle de una fuente pública con la vieira, de la cual nace el grifo.

Un paseo por la alameda, situada en la orilla del mar, encontramos este bonito hórreo. 

y estas singulares fachadas, de las casas de la zona.


La comida y el lugar donde hacer la siesta la buscaremos muy cerca, en la isla de La Toja, perteneciente al municipio de O Grove, el pueblo conocido como "el paraíso del marisco".
Tendremos que llegar a O Grove y un puente decimonónico nos llevará a la isla de La Toja. La construcción original de este puente es de 1911 y básicamente servia  para que los clientes del Gran Hotel pudieran llegar a la isla, ya que los primeros años lo hacían en barcas o incluso a pie, si había marea baja.

A pesar de ser un centro termal, de ocio y turístico, además de poseer fabricas de jabones, todavía se conserva en el centro de la isla un virgen y denso pinar. También al borde del mar podemos encontrar numerosos pinares en los cuales podremos buscar un lugar donde tumbarnos y sentir el discreto sosiego del lugar.

Desde la isla de La Toja podemos contemplar el municipio de O Grove.

Y nosotros, tumbados bajo la sombra de un pino, con esta impresionante panorámica, haríamos nuestra siesta diaria.

Aguas cristalinas que invitan a la contemplación y al descanso.

Durante siglos fue utilizada, esta isla, por los vecinos de El Grove como lugar de pastoreo de su ganado (al que transportaban en barcas) y también para sus tareas agrícolas. Pero a raíz del redescubrimiento en el siglo XIX de sus fangos termales y aguas medicinales pasó a ser de propidad privada para explotar sus bienes termales, construyéndose el antiguo balneario que trajo consigo un aumento espectacular del turismo. Al fondo podemos observar uno de los hoteles de este pequeño paraíso.

Y desde este mirador el idílico marco donde se sitúa esta pequeña isla.

Ermita consagrada a San Caralampio y la Vigen del Carmen, cuya planta original data del siglo XII, actualmente recubierta completamente de conchas de vieira.

En un primer plano observamos mejor el recubrimiento total de esta ermita con conchas de vieiras.

La jornada de hoy la terminamos en Vigo. Y como uno no tiene ganas de grandes ciudades y masificaciones, pues buscará un lugar, muy cerca del Club Náutico, en previsión de dos cosas: La visita para el próximo día a las Isla Cíes y la visita al mercado de la Piedra, a dar buena cuenta de su producto estrella: las ostras.

Y como creo que nos lo habíamos ganado, y si no, me da igual, nos daremos un pequeño homenaje.
En Galicia... ¡cómo se come en Galicia!


6º día; sábado, 13 de agosto de 2011: Vigo-Islas Cíes-Vigo-Ponte Caldelas -55 km-
Vigo-Islas Cíes-Vigo-Pontevedra-Vilarchán-Tourón-Ponte Caldelas.

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Después de 5 días de ruta y estando enfrente de las Islas Cíes, un lugar verdaderamente paradisíaco, hubiera sido un sacrilegio no dedicarle una sosegada visita. Así pues damos un merecido descanso a nuestra montura y dedicaríamos la mañana a las Cíes.
El archipiélago de las Cíes, situado en la entrada de la ría de Vigo, está formado por tres islas principales además de islotes menores: Isla Monteagudo o Norte, Isla del Medio o de Faro, Isla San Mariño o Sur. Las dos primeras están unidas entre sí mediante una barrera de arena originada por corrientes marinas, llamada playa das Rodas. Ambas son visitables, la tercera isla no.
Desde Vigo se accede por transporte marítimo de pasajeros. Desde las nueve de la mañana, cada hora sale un barco desde el puerto de Vigo. El acceso está restringido a un máximo de 2.200 personas por día. Las Islas Cíes, fueron declaradas "parque natural" en 1980 y pertenecen al Parque Nacional de las Islas Atlánticas.
Conforme te vas acercando a las islas comienzas a intuir de que verdaderamente se trata de un pequeño paraíso.



Pequeña cala de arena blanca, vista desde la embarcación.

El barco de pasajeros en el muelle de llegada

Desde el muelle una pequeña pasarela de madera te acerca al lugar donde empiezan las distintas rutas que por la isla se pueden realizar a pie. Una pequeña caseta de madera hace de punto de información a los  visitantes de la islas.

Tomar el primer barco hacia las islas tiene premio, que no es otro que encontrar las playas totalmente desiertas de gente. Según avanza la mañana van llegando nuevos barcos llenos de visitantes y, aunque debido al limite máximo de personas que diariamente pueden acceder a las islas, estas se van poblando aunque sin llegar a sentir masificación, ni mucho menos.
Playa das Rodas. En 2007, el diario británico The Guardian la eligió como mejor playa del mundo. Es evidente que competir con las playas del Caribe es mucho competir. Pero no me cabe la menor duda de que las playas de las Islas Cíes, por sus cristalinas aguas y sus finas y blancas arenas nada tienen que envidiar a las del Caribe. Y si bien, no tienen palmeras, están rodeadas de tupidos bosques de pinos y eucaliptos.


Las Islas Cíes ofrecen naturaleza, buenos paseos y rutas, además de espectaculares vistas de playas y, sobre todo, un remanso de tranquilidad.
Al llegar tienes varias rutas posibles a realizar. Nosotros elegimos la ruta de Monteagudo, de 5,6 km. entre ida y vuelta. Una ruta a través de la cual prácticamente recorres toda la isla de Monteagudo o del Norte. La ruta te ofrece en la medida que vas avanzando, entre bosques de pinos y de eucaliptos, bellas panorámicas tanto de pequeñas calas de agua transparentes y arena blanca como de acantilados.

Su fauna está presente de manera continua en toda la isla.


el paseo te lleva por sendas que parecen terminar en el propio mar.

entre playas de arena blanca

tupidos bosques de eucaliptos.

y acantilados cercanos

donde son numerosas las colonias de gaviotas.




bosque de pinos


Faro do Peito o de Monteagudo. Datado en 1904. Junto con los faros de cabo Home, sirve para marcar la entrada norte de la Ría de Vigo. Se encuentra en el límite de la isla de Monteagudo. A partir de este punto el acceso no está permitido, ya que se trata de una zona protegida para la cría de aves marinas. El faro funciona de forma automática por energía solar.

Desde el faro podemos continuar bajando por una pequeña pista de cemento que bordea el acantilado.

encontramos una pequeña cueva marina producida por los embates de las olas.

lugar ideal para poder echar un trago.

contemplando cómo las rocas graníticas se funden con el mar.


Al terminar la ruta a pie, nos dirigimos a la otra isla que también se puede visitar: La isla del Medio o de Faro.

Es en esta isla donde hay ubicado un pequeño camping "Camping Illas Cíes". Tiene una capacidad máxima de 800 plazas diarias y cada visitante puede alojarse un máximo de 15 días. También se encuentra en esta zona un restaurante donde podremos tomar algo e incluso comer, contemplando el bello panorama del archipiélago.





Un estrecho camino es el enlace entre ambas islas.

Vista desde el área del Camping y restaurante. 

Antes de abandonar las islas nada mejor que un baño en estas transparentes aguas. Y buscamos el lugar para ello en una de sus numerosas playas. 

Elegimos la playa de las Figueiras.

aquí tomaremos el baño.


De veras que lo intenté. Aquí la ida.


Aquí la vuelta. Rápido, rápido. No mojé ni el bañador de lo fría que estaba el agua.






Y cómo controlan las gaviotas. Nos avisaron de que teníamos una visita en nuestras toallas, por si llevábamos comida. Y allí estaba la gaviota "atrevida" husmeando con su pico en las bolsas.

Abandonamos las islas con cierta pesadumbre, pero con las pilas cargadas. Y tanto.



Entrando a la ria de Vigo.


Al fondo de la imagen se puede observar el puente de Rande. Una obra singular dentro de la Autopista del Atlántico, que une A Coruña y Vigo, cruzando la ría de Vigo por el estrecho de Rande y evitando dar un rodeo de más de 50 km. por toda la ria. Mide 1.558 m. de longitud siendo en el momento de su inauguración en el año 1978 el puente atirantado de mayor longitud del mundo y el puente más largo de España.

Panorámica de Vigo desde la ría.

La otra parte de la ria.

Vale bien, se acabó el paseo por el pequeño paraíso, pero lo compensaremos con creces...

...y será en el Mercado de la Piedra. 

Dando buena cuenta de una ración de ostras

Muy concurrido a las horas del medio día. Aunque los puestos donde se venden las ostras tienen un horario bastante más restringido que, al parecer tenían antes. Cosas de Sanidad, por aquello de que las ostras tienen que ofrecerse frescas, frescas.

Una vuelta por algún lugar de Vigo, que no rompa la tranquilidad que acabamos de disfrutar en las islas, necesariamente nos lleva al castillo de Vigo.
El Castillo del Castro se construyó a mediados del siglo XVII en la cumbre del Monte del Castro, donde tiempo atrás estuvo ubicado un antiguo castro y, en la Edad Media, el castillo do Penco de la Mitra Compostelana.

Las obras de construcción del Castillo se realizaron a la vez que las de las murallas y fuerte de San Sebastián. Fueron realizadas con el objetivo de defender este importante enclave costero del ataque de piratas y, sobre todo, de los portugueses con los que, tras el estallido de la guerra de independencia de Portugal, España estaba en plena guerra.



Un enclave privilegiado para contemplar bellas panorámicas del puerto.

de la ciudad.

de la Ría.

y del Atlántico

Un hermoso jardín intramuros, hará muy placentero el recorrido por el recinto del castillo.


Vale, me acabo el cigarro y nos vamos. 
Habíamos terminado la ruta de la Rias Baixas, como antes hicimos con la Costa da Morte. Muchos kilómetros de costa, de modo que la próxima jornada sería por el interior. Apetecía ya rutear por el interior de Galicia. Al llegar a Pontevedra, después de lo que habíamos recorrido, se nos hizo insoportable el bullicio de una gran ciudad, de modo que me pasó lo mismo que cuando intentaba bañarme en las playas del Atlántico, "entrar" y "salir". Ponte Candelas será un buen lugar para hacer parada y fonda, de este modo, al iniciar la jornada por la mañana del próximo día ya estaremos en los lugares que buscamos.

7º día; domingo, 14 de agosto de 2011: Ponte Caldelas-Salamanca -420 km-
Ponte Caldelas-Forzans-Estacas-Piñeiro-A Cañiza-Cortegada-Poulo-Celanova-Vilar de Santos-Trasmiras-Estivadas-Monterrei-Verin-Zamora-Salamanca.

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Como así fue. Nada mas salir de Ponte Candelas te encuentras en otra Galicia. Iniciamos la jornada con una ligera lluvia que hacia el paisaje todavía más gallego. El tiempo acompañaba el paisaje.

y la nuevas compañías.

Que te observan casi más que tú a ellas.


Aquí los hórreos son muy distintos. La madera de sus paredes sustituyen a la piedra.

Y hacia el interior vamos.

disfrutando de sus verdes paisajes.

y sintiendo el contagio de la apacible tranquilidad del lugareño.

interrumpida, desde luego sin pretenderlo, por nuestro paso.

Bellos rincones construidos de piedra. Y hórreos que sirven, igual que antaño sirvieron.




Y para que no faltara de nada, ahí estaba la niebla que, con su humedad pertinaz nos acompañaría un buen rato.

Adornando con sutileza las verdes montañas y nuestro avanzar en moto.

Al llegar al valle, la niebla se disipó y así, nos dejó ver los lugares casi encantados por donde transcurría nuestra ruta.





Mas adelante encontramos un mirador desde donde observar el valle.

Desde el mirador Alto Guillade, contemplamos el curso del Rio Miño por el valle.

Al poco nos encontraríamos alli abajo, en el valle.

Atravesando el puente sobre el Rio Miño

y disfrutando de cerca su curso.

A la salida de una población, en la misma orilla de la carretera, habia un puesto donde los pulpos casi te hacían el alto con sus tentáculos.

¡Cómo no! estando, como estábamos a punto de dejar la Comunidad de Galicia, no podíamos dejar pasar la oportunidad.

me acerqué y me dieron un trozo para probar.

lo siguiente fue pedir la pertinente ración de pulpo ¡estaba cantado!

y disfrutarla como se merece.

En el transcurso de la ruta no era raro pasar por joyas de este tipo, casi aisladas o en pequeños núcleos de población. 

Al llegar a Verín, todavía en la provincia de Orense, nos sorprende el castillo de Monterrei, uno de los castillos mejor conservados de Galicia, situado en una localización inmejorable en lo alto del valle de Monterrei.

La fortaleza se alza en la confluencia de caminos entre Sanabria y Orense, cerca del río Támega. Destacar que se encuentra perfectamente señalizado y que se puede acceder con vehículo hasta la misma fortaleza.

En realidad no se trata sólo de un castillo sino que es un recinto amurallado que forma una pequeña ciudad amurallada ya que consta de 3 murallas. En el recinto superior se encerraba la población medieval, conservándose el palacio renacentista, la torre del Homenaje del siglo XV -impresionante su altura-, la torre de las Damas, los restos del hospital de peregrinos y la iglesia gótica de Santa María. Estas construcciones se deben en gran medida a D. Samcho Sánchez de Ulloa, primer conde de Monterrei en tiempo de los Reyes Católicos.






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Desde el castillo se domina el territorio circundante.

Al fondo, el Parador de Turismo de Monterrei Verín, situado en un inmejorable entorno.

Tras la visita al castillo de Monterrei, enfilamos ya en dirección a Valencia. Teníamos por delante unos 800 Km. y era el medio día. Salamanca nos pillaba de paso, de modo que elegimos esta ciudad para hacer parada y fonda.
En el centro de la ciudad, nos resultó imposible encontrar hotel. Debido a la visita del Pontífice a Madrid en esas fechas Salamanca estaba tomada literalmente por adeptos a este tipo de eventos. En las afueras de la ciudad, en lo que podriamos llamar un hostal de carretera,  no tuvimos problemas para encontrar habitación.
Así pues, una vez tranquilos de que tendríamos cobijo por la noche, nos dedicamos a realizar una visita por esta monumental ciudad. 

Convento de San Esteban. Su fundación data del siglo XIII pero la iglesia primitiva fue destruida en ese mismo siglo. El convento actual, dedicado a San Esteban, se comenzó a construir el 30 de junio de 1.524, según trazas del maestro Juan de Alava. Después le sucedieron Juan Rivero Rada, Pedro Gutierrez y Diego Salcedo. Las obras se terminaron aproximadamente en 1630.
En la fachada dos fuertes pilares sostienen una gran arcada decorada en su interior con artesonado de tipo milanés. Debajo de la arcada se desarrolla en tres cuerpos una magnífica portada, "el martirio de San Esteban" es del milanés Juan Antonio Ceroni y el resto probablemente del escultor Alonso Sardiña.
En el frontis aparece el escudo de Santo Domingo entre los de Alba. El conjunto se halla rematado por una espadaña. La exuberante riqueza de la fachada y su esplendor decorativo constituye una obra de arte, que alcanza su máximo esplendor al atardecer, cuando sus piedras resplandecen bañadas por el sol.

El recorrido nos llevará a la Catedral nueva. Es una de las últimas manifestaciones del arte gótico en España. Las obras dieron comienzo el 13 de mayo de 1513 y se dieron por concluidas el 10 de agosto de 1733. La fachada principal es, en su género, la más rica de España.
 

El reflejo del sol al atardecer nos ofrece este bello color en sus fachadas.

Muy animadas las calles de Salamanca

Y si coincide con una visita Papal, aunque ésta sea en la capital de España, la animación se desborda.



La plaza Mayor de Salamanca, sin duda, una de las más hermosas de España. Fue construida en el período que va desde el año 1729 al 1756, en estilo barroco. Al ser una ciudad prominentemente de estudiantes, los jóvenes están presentes por todos los rincones de la ciudad.

De aspecto tipicamente castellano se ha convertido, con el tiempo, en el centro de vida social de la ciudad.

La plaza está plagada de numerosas terrazas, bares y cafeterias.

Ayuntamiento de Salamanca, en la plaza Mayor.

Deambulando por el centro histórico.

Casa de las Conchas. Se trata de una de las mansiones nobiliarias más hermosas de la época de los Reyes Católicos. La hizo construir, en los últimos años del siglo XV y primeros del XVI, Don Rodrigo Arias Maldonado, cuyo blasón de cinco lises está en la fachada. Las conchas son el principal motivo ornamental de la fachada, donde hay más de 400.

Hay dos ventanas en el piso bajo protegidas con rejas góticas. Las otras ventanas están ajimezadas, cada una con un dibujo distinto, coronadas con frontones de arquería gótica.

Aspecto nocturno de la Catedral, bellamente iluminada.

El encanto de disfrutar la noche paseando por lugares mas tranquilos de la ciudad.

Fachada de la Facultad de Filología.

Salamanca de noche, presidida con la silueta de la Catedral.


8º día; lunes, 15 de agosto de 2011: Salamanca-Valencia -571 km-
Por autovia: Salamanca-Valencia

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Hay que volver a casa. Ruta de vuelta de mero tránsito y, como siempre que se vuelve de un viaje, con la mente divagando por los lugares que hemos dejado atrás, sin dejar de pensar cuando y dónde será la próxima escapada.

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