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En ésta fase del viaje, y teniendo que afrontar la vuelta a casa, el cambio tenia que ser radical de modo que opté por recorrer ésos lugares que uno solamente visita cuando les pilla de paso. Aunque, yo, en Cadaqués y la Costa Brava, si me quedaría una temporadita.
y Tercera Parte (4 dias):
Édolo, Lago di Como, Tremezzo, Como, Mónaco, Cannes, Sant Raphael, St. Tropez, Figueres, Cadaqués, Cabo Creus, El Port de la Selva, Portbou, Cerberé, Banyuls-sur-Mer, Port-Vendres, Argelès-sur-Mer, Le Boulou...-por autopista- a Valencia.
7º Dia: 21 de agosto 2012 -115 km-
Ruta realizada:
Pontagna, Édolo, Aprica, Teglio, Chiuro, Montagna, Sondrio, Ardenno, Morbegno, Belenasco, Mantello, Dubino, Lago di Como: Gera Lário, Dornaso, Gravedona, Dongo, Menággio, Tremezzo.
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Comenzaba el viaje de vuelta. Tenia disponibilidad de algún dia más. Prisa no había y ganas de volver menos ¿A dónde me dirijo? Con el mapa a la vista, lo decidí: De momento al Lago Di Como, luego, ya veremos.
Como decía al final de la segunda parte, la idea era haber llegado a Édolo pero una incipiente lluvia hizo, que, dada las horas que eran y ante la pereza de calzarse el chubasquero, dar media vuelta hacia donde no llovia y quedarnos en el pequeño pueblo de Pontagna perteneciente al municipio de Temù , en la provincia de Brescia , región de Lombardia. Un albergue, antaño hotel, venido a menos, seria el lugar donde pasar la noche, pegado a la carretera. Buen sitio para salir a la mañana siguiente, sin pérdida de tiempo.
Después de un retorcido paso de montaña "Passo de Aprica" llegamos a la ciudad "Aprica". breve descanso para refrescarnos de las altas temperaturas, hacer acopio de víveres para el pic-nic, que teníamos previsto hacer al llegar al lago y, de paso, tomar la decisión de por dónde bordear el Lago di Como. Sabia que lo haria de norte a sur, pero ¿porqué lado? pregunté y me informaron de la parte más interesante de recorrer. Seguí el consejo recibido por un lugareño y lo hice por su brazo occidental, en dirección a Como.
La región de Lombardia, en Italia, nos depara estupendos paisajes montañosos.
Después de un retorcido paso de montaña "Passo de Aprica" llegamos a la ciudad "Aprica". breve descanso para refrescarnos de las altas temperaturas, hacer acopio de víveres para el pic-nic, que teníamos previsto hacer al llegar al lago y, de paso, tomar la decisión de por dónde bordear el Lago di Como. Sabia que lo haria de norte a sur, pero ¿porqué lado? pregunté y me informaron de la parte más interesante de recorrer. Seguí el consejo recibido por un lugareño y lo hice por su brazo occidental, en dirección a Como.
La región de Lombardia, en Italia, nos depara estupendos paisajes montañosos.
Ciudades con mucho encanto.
Tan sólo de paso,
pero sin perder detalle del territorio.
Este bonito puente, al poco de pasar Dubino, en la parte norte del lago, es el comienzo de la ruta que, bordeando el propio lago nos llevará hacia el sur del mismo después de unos 58 km de recorrido, desde Gera Lário hasta Como.
El Lago di Como, situado en la región de Lombardia, con un area de 146 km2, es uno de los lagos más profundos de Europa, siendo el tercer lago de Italia por extensión. Pertenece a las provincias de Como y Lecco. Su caracteristica forma es una Y invertida estando sus municipios: Colico al norte, Lecco al sureste y Como al suroeste con un desarrollo perimetral de 170 km.
La longitud máxima entre Como y Gera Lario es de 50 kms.; el ancho máximo entre Fiumelatte y Cadenabbia, es de 4,4 kms.; la minima entre Careno y Torriggia es de 650 m.; la profundidad maxima entre Argegno y Nesso es de 410 m. (la mayor entre los lagos europeos); el nivel medio de altura sobre el mar es de 199 m.
El lago está enteramente rodeado por montañas de las que la más alta es el Monte Legnone (2.609 m).
Los cursos de agua afluentes son 37. El más importante es el Adda.
En la bella población de Dongo, será el lugar donde busquemos sitio para el picnic.
Este pequeño parque a orillas del lago es el lugar elegido para ello.
donde aproveché para darme un baño refrescante.
El banco para la siesta después del baño que tampoco perdoné.
Puerto deportivo de Dongo.
Con estos paisajes cuesta mover de aqui.
La siguiente parada será en Tremezzo, donde decidimos buscar alojamiento y disfrutar del lago el resto de la jornada. Es lo que deberiamos haber hecho nada mas llegar al lago, buscar alojamiento, aligerarse de ropa y disfrutarlo.
Mientras buscamos alojamiento. Ella también contenpla el lugar donde nos ha traido.
Este es el pequeño hotel que nos albergará esta noche. Antiguo pero con encanto y muy asequible en precio, para la zona en que estamos.
La terraza del restaurante, al otro lado de la carretera y colgando sobre el lago. Aqui será donde demos buena cuenta por la noche de una cena, ciertamente especial.
Ella también tuvo su sitio.
En este hotel, al lado del nuestro, ni preguntamos precios "pa qué".
Con su piscina flotante en el propio lago.
Las gaviotas saben donde ponerse para meditar.
En Tremezzo existe un bonito parque que invita a pasear.
y a cervecear, en una de las terrazas de este parque.
Continuaremos por estos bonitos y relajantes lugares hasta la hora de cenar.
8º Día: 22 de agosto 2012 -432 km-
Ruta realizada: Lago di Como: Tremezzo, Lenno, Argegno, Moltrásio, Cérnobbio, Como. Por autopista: Mónaco, Cannes.
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Desde la habitación del hotel. Apacible amanecer en el Lago di Como.
Continuamos ruta bordeando el lago hasta llegar a la ciudad de Como. Si bien el tráfico era intenso, las vistas entre las poblaciones de paso ayudan a sobrellevarlo.
Al medio dia llegamos a Como, ciudad muy turística -estaremos poco por aqui-
La ciudad rodea al Lago di Como, en su vértice occidental.
Tras llenar el estómago, una breve visita por la ciudad.
Desde Como enfilamos -por autovia- al sur de Francia. Dejarimos de lado Milán, Génova, Savona, de dónde a través de una sucesión interminable de túneles llegariamos a Mónaco.
El Principado de Mónaco, situado en la Riviera francesa o Costa Azul, es una ciudad-estado. Ocupa el segundo puesto como región independiente más pequeña del mundo, tras el Vaticano.
Casino de Montecarlo.
Una vuelta por la ciudad.
Os suena ¿no?
En el puerto, cuando estás contemplando estos lujosos yates, el sonido ambiente no es del mar, ni mucho menos. El sonido de Mónaco es el rugir de potentes motores que se pasean con una alegria asombrosa por sus calles.
Es normal, alli...claro.
Tras un recorrido por sus calles.
Enfilamos a otra ciudad con no menos glamour que la anterior, Cannes, dónde nos tuvimos que quedar porque se nos hizo de noche. Aunque, claro está, no en esta zona...
De un lujo insultante, si. Aqui, sólo de paseo.
Hasta los Tiovivo, tienen en Cannes, un look distinto.
Hay que reconocer, no obstante, la belleza de sus playas, aunque en este paseo, casi todas son privadas. Los encargados de aplicar nuestra Ley de Costas aqui, en Cannes, se sudarían el sueldo de verdad, y no con los chiringuitos de nuestras playas.
9º Dia: 23 de agosto 2012 -548 km.-
Ruta realizada: Cannes, Sant Raphael, St. Tropez, Figueres.
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Antes de partir, una vuelta diurna por La Promenade de la Croisette (Bulervar de la Croisette). Dos kilómetros de lujo y sofisticación. En este Bulevar se encuentra el Palacio de Festivales y Congresos, donde anualmente se celebra el famoso Festival Internacional de Cine.
En el Bulevard de la Croissete se encuentran, muchas prestigiosas y costosas tiendas, restaurantes, y hoteles (como el Carlton, Majestic, JW Marriott Cannes, Chanel y Martinez).
Sus playas privadas, ocupan practicamente todo el litoral.
¡Che! como el cine.
Hasta aqui llegan los "Martinez", mire Vd. por dónde.
Al finalizar este Boulevar -el del glamour-, nos encontramos con el otro Cannes -el normal-. Aqui ya no hay megayates.
Y la gente madruga para pillar sitio. Como en nuestras playas.
En esta zona las playas son públicas.
Dispuestos a dejar la ciudad y continuar la ruta.
El siguiente destino, por carreteras secundarias: St Tropez.
Carreteras de buen asfalto y paisaje muy mediterráneo.
Costeando, por la Costa Azul, francesa.
Si hubiera ido enlatado habria dado la vuelta ¡seguro!. Con la moto, el tráfico de estas carreteras costeras y atiborradas de vehículos, aunque jugándotela entre las dos hileras de coches, fue lo que hizo que llegara al destino previsto.
Imponen los animalitos que amarran en su puerto.
Algunos, hasta impresionan.
Pero lo mejor, siempre, es lo que uno tiene. Y más si lleva dos ruedas.
St Tropez, tiene algo. Vaya si lo tiene. Es un lugar precioso. El puerto identifica claramente la imagen de esta ciudad.
Cada cosa en su sitio.
Habia que tomarse un café -lo más barato de la carta, vamos-. Estaba sentado mientras mi mujer daba una vuelta por la multitud de tiendas de por alli, -aqui le di via libre, en moto ya sabeis, poco puede comprar-cuando se acercó, le dije: mira la carta y verás que precios. Y, asustada, me dice antes de leerlos ¿y el café cuanto? Casi se lo tiro a la cara de risa...luego, leyó la carta. Impresiona la parte derecha de la misma, vaya.
Hay que perderse por sus callejuelas.
Iglesia de Saint-Tropez,con su destacado campanario de 1624 pintado de color ocre de Siena. Es el emblema por excelencia de la ciudad. Su campanario, de estilo barroco, es uno de los más bellos de todo el departamento.
Merece la pena la visita por el laberinto de callejuelas y placitas alrededor de la iglesia.
Alguna cala protegida del puerto.
Buscando la sombra ¡qué calor hacía!
En el puerto, los artistas dan fe de su buen hacer.
Hacia una recondita cala.
Bellos ejemplares de dos ruedas.
Desde St. Tropez, enfilamos directamente para nuestro pais. La noche la pasariamos en Figueres. Como siempre, no tenia reserva de hotel y, como siempre, ningún problema. Muy cerca del museo Dalí, encontramos un hotel muy singular. Tanto más, el dueño del mismo.
Ruta realizada: Figueres, Cadaqués, Cabo de Creus, El Port de la Selva, Porbou, Cerbére, Banyuls-sur-Mer, Port-Vendrés, Argelès-sur-Mer, Le Boulou, La Jonquera, Valencia.
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Fachada del hotel en Figueres -Daliniano total-, por fuera...
...por dentro.
y por arriba -terraza-.
Vista desde la terraza.
En Figueras, seria un pecado no visitar el museo Dali. Eso si, tienes que estar a la hora de la apertura porque sino te puedes encontrar una cola que te hará desistir de la visita. Por la tarde-noche también estaba abierto, pero nos enteramos demasiado tarde -es lo ideal para visitarlo-.
Después de la visita al museo. Decidí prolongar algo más el viaje -estaba tan cerca de la Costa Brava-, asi que en vez de rumbo a Valencia enfilé la costa.
Cadaqués seria nuestro primer destino. Panorámica de ésta bella ciudad.
Complicado, pero al final puede aparcar.
En esta ciudad si me gustaria pasar una temporada, es preciosa y muy acogedora.
No hay que pasar por aqui sin dejar de patearse sus pintorescas calles.
Lugar de la cerveza y tapa. Un gentil cliente nos dejó compartir su mesa -todas estaban ocupadas-. Y mira por dónde en la charraeta de turno, cuando le dije que era de Enguera, resulta que conocia gente de mi pueblo, de modo que la tertulia se alargó varias cervezas. Un placer compartir esos momentos...
Dejando Cadaqués
Y ya que estamos aqui...Cap de Creus. Pues alli vamos.
Se divisa allá arriba el Faro de Cap de Creus.
De Cap de Creus a Cabo Fisterra. En los dos he estado, pero no "de uno al otro", eso puede ser otro viaje.
Las vistas desde aqui, son espectaculares.
Y, en vez de bajar, subí. En Port de la Selva, parada para reponer fuerzas junto al mar.
Y continuamos subiendo. Aprovecharemos la tarde para rutear por el sur de la costa francesa.
Que también nos depara bonitos paisajes.
Porbou, el último pueblo antes de cruzar la frontera con Francia. En primer plano se observa las secuelas del reciente incendio de la zona.
y de nuevo pasamos a Francia. Aunque esta vez, por poco rato.
Después de este pequeño regalo "al viaje", de unos 100 km, rumbo a casa. Esta vez si.
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