Marruecos 2018


Fechas: 11 días -9 al 19 de marzo 2018-
Recorrido total: 4.615 km

Es mi tercer Marruecos. En 2007 y 2009 fueron mis anteriores viajes a este país. Lo más probable es que si pasas una larga semana recorriendo Marruecos termines algo saturado, principalmente por las costumbres tan distintas respecto de cualquier país europeo, tanto de comida y "bebida", como del regateo al intentar comprar cualquier cosa y lo agobiante que puede resultar el ofrecimiento continuo de alguno de sus habitantes, o bien para que le compres algo o para acompañarte a algún lugar que pudieras estar interesado, hotel, restaurante etc. Pero lo cierto es que cuando vuelves a España, te vienes con algo de allí. Y es que resulta muy difícil abstraerse a tanta belleza y contrastes de los lugares por donde pasas, amén de la cultura tan distinta de sus moradores a la nuestra. Sí, Marruecos es un país lleno de contrastes. Hemos rodado al lado de hermosas playas, acantilados, disfrutando de espléndidas puestas de sol en las aguas del Atlántico. También por enormes extensiones desérticas, tanto de piedra quemada por el sol como de tierra yerma y, como no, por las famosas dunas de Erg Chebbi. Hemos ruteado por la cordillera que atraviesa todo el país: "El Atlas". Algunos lugares cubiertos de nieve. Hemos pasado todas las inclemencias del tiempo que en moto ya sabéis que se viven tan diferente a cuando lo haces en coche. Si, la climatología no nos ha privado de la lluvia, el fuerte viento, la temperatura sofocante de 33º grados por las llanuras de Tata y de los 2º grados cuando rodábamos por el Atlas Medio.
Solo nos faltó la nieve pero aunque no la tuvimos sobre nuestras cabezas si la tuvimos en los bordes de la carretera  y en nuestro entorno durante bastantes kilómetros. Y por primera vez he vivido lo que es una tormenta de arena en las dunas de un Erg. Un viaje, en definitiva, que nunca olvidaremos.
Ernesto, Miguel Alberto, un placer pasar tantos días y durante tantos kilómetros, recorriendo este maravilloso país en vuestra compañía y sobre todo con vuestro inigualable espíritu motero que tanto se agradece en este tipo de viajes. Por esto y por muchas más cosas os dedico a vosotros, compañeros de viaje pero sobre todo amigos, este humilde pero entrañable pequeño reportaje de "nuestro viaje": Marruecos 2018

1º día: viernes, 9 de marzo - (Valencia-Tánger) 620 km
Valencia, Fuente la Higuera, Caudete, Yecla, Jumilla, Calasparra, Caravaca de la Cruz, Almaciles, Puebla de Don Fadrique, Huéscar, Baza, Granada, Villanueva del Rosario, Málaga, Torremolinos, Fuengirola, Marbella, Estepona, Algeciras, -Pto. de Tánger Med-, Tánger (Marruecos)

2º día: sábado, 10 de marzo -  (Tánger-Arcila) 50 km
Tánger, Arcila 

3º día: domingo, 11 de marzo - (Arcila-Marrakech) 535 km
Arcila, Casablanca, Marrakech 

4º día: lunes, 12 de marzo - (Marrakech-Agadir) 365 km
Marrakech, Esauira, Agadir

5º día: martes, 13 de marzo -  (Agadir-Legzira) 250 km
Agadir, Tiznit, -Legzira Beach-, Sidi Ifni, Legzira

6º día: miércoles, 14 de marzo - (Legzira-Uarzazate) 680 km
Legzira, Guelmin, Tachjijt, Ait Ouabelli, Tizounine, Akka, Tata, Tissint, Foum Zguid, Ait Aissa, Taznakht, Ksar de Ait Ben Hadu, Uarzazate 

7º día: jueves, 15 de marzo - (Uarzazate-Erfoud) 450 km
Uarzazate, Ksar de Ait Ben Hadu, Uarzazate, Boumalne Dades -Garganta del Dades-, Boumalne Dades -Garganta de Todra-, Erfoud

8º día: viernes, 16 de marzo -  (Erfoud-Merzouga-Erfoud) 0 km
Pasamos el día en la dunas de Erg Chebbi y alrededores

9º día: sábado, 17 de marzo - (Erfoud-Fez) 410 km
Erfoud, Er-Rachidia, Midelt, Timahdte, Ifran, Fez 

10º día: domingo, 18 de marzo - (Fez-Algeciras) 490 km
Fez, Tánger, Tánger Med, Algeciras

11º día: lunes, 19 de marzo - (Algeciras-Valencia) 710 km
Algeciras, Málaga, Granada, Puebla de Don Fadrique, Jumilla, Yecla, Fuente la Higuera, Valencia

RUTA COMPLETA



1º día: viernes, 9 de marzo - (Valencia-Tánger) 620 km
Valencia, Fuente la Higuera, Caudete, Yecla, Jumilla, Calasparra, Caravaca de la Cruz, Almaciles, Puebla de Don Fadrique, Huéscar, Baza, Granada, Villanueva del Rosario, Málaga, Torremolinos, Fuengirola, Marbella, Estepona, Algeciras, -Pto. de Tánger Med-, Tánger (Marruecos)

Con la idea de hacer picnic en algunas ocasiones, bien durante la ruta o bien por la noche al terminarla, nos hicimos con avituallamiento -convenientemente envasado al vacío-,  para 4 o 5 comidas. Hicimos el reparto y cada uno de nosotros llevaba lo que la foto deja patente, además de un par de botellas de vino tinto por moto y, por supuesto la bota de vino -ya en mis maletas tiene un lugar preferente- junto al acopio de frutos secos que siempre  me gusta llevar para esos tentempies que a mi tanto me gustan. ¡Vale! Boiro, también junto a la botella de agua que siempre llevo para los demás.

Eran las 8.30 en la gasolinera de los anzuelos -Valencia-, cuando nos disponíamos a iniciar el viaje.

Sin darnos cuenta nos encontrábamos en la provincia de Murcia. En la "Venta de la Esperanza", término de Calasparra -Murcia-, hicimos la primera parada para el almuerzo.

La segunda parada, en Almaciles, fue para repostar. Detrás de la gasolinera donde repostamos me topé con esta estampa tan genuina: "El gallo controlando el gallinero"

Nuestra ruta hacia bien al sur nos llevó por las provincias de Granada, Málaga. Fue al llegar a Torremolinos cuando nos dispusimos a repostar y a ponernos el chubasquero, ante la amenaza de lluvia. En una bifurcación de la autovía, que evitaba entrar en Málaga, nos despistamos y a consecuencia de ello llegamos al puerto de Algeciras cada uno por su lado. El grupo se había separado por completo. Aunque Miguel y yo conseguimos llegar juntos.
Ante esa adversidad de llegar al puerto descontrolados totalmente y perder un tiempo precioso dando vueltas para reencontrarnos -bajo la lluvia-, comentamos que una vez en Marruecos, teníamos que intentar en caso de despiste, al menos ir de dos en dos, hasta volver a reagruparnos.
En el puerto y al cabo de dar varias vueltas, logramos por fin estar todos juntos para embarcar.
Puerto de Algeciras. Miguel Alberto y yo custodiábamos las motos mientras Boiro sacaba los billetes para el embarque.

Ya con los billetes de embarque nos disponemos a pasar los controles pertinentes

En la cola esperando el momento del embarque. Momentos que no se hacen nada pesados al saber que por delante tenemos un gran viaje. Y esto, no ha hecho nada más que empezar.

A punto de subir la cruel rampa del barco, confiando que en esa exagerada pendiente no haya aceite en el piso que nos haga descabalgar de la moto.



Las motos debidamente estibadas en la bodega del barco.

En el propio barco pasamos el control de la policía de Aduana sellándonos en el pasaporte, la entrada al país. La verdadera odisea empieza cuando desembarcamos y pisamos suelo marroquí. Primer control nada mas bajar del barco. Llegamos a la frontera y de nuevo los controles. Pasamos el primer puesto de la policía: no había nadie. Llegamos a la aduana y aquí, nos tuvieron retenidos casi una hora. Boiro pasó muy rápido, él llevaba cumplimentado la hoja de entrada, quizás eso adelantó el trámite. Nosotros pagamos a un conseguidor para que nos rellenara el impreso. En principio ya estaba todo en regla. La sorpresa vino cuando sin saber porqué a Miguel y a mi, al principio, y después solamente a mí, no hacían mas que mandarnos a la policía para la inscripción de la documentación -el puesto de la policía continuaba tan vacío como lo habíamos visto al entrar a la zona fronteriza, -no había nadie-. ¡Desesperante! Al rato solo quedaba yo en la aduana y vuelta a lo mismo: que fuera a la polícia y me sellaran "no sé qué", me decían -continuaba sin haber nadie en los garitos-. Cuando pasas solo media hora mas a la espera de los papeles, e intuyes que lo que buscan es la "mordida" es el momento que piensas: si hay un barco me vuelvo a España. Esto es una tomadura de pelo. Esperas hasta que se cansan y sin mas te dejan ir. 
A todo esto Boiro que había pasado muy rápido, el tiempo que estuvo solo esperándonos, tuvo que soportar la presión de la noche con compañías de dudoso comportamiento.
Tras pasar por fin los trámites aduaneros en Tánger Med, teníamos por delante 50 kilómetros para llegar a Tánger. Era ya de noche y en Marruecos conducir por la noche es muy poco recomendable. Por fin llegamos a Tánger. Hubo suerte y el primer hotel que preguntamos hicimos la reserva sin problemas. Era la una de la madrugada.

2º día: sábado, 10 de marzo -  (Tánger-Arcila) 50 km
Tánger, Arcila 

Hotel Oumnia, en Tánger. Salimos algo tarde puesto que estaba lloviznando y la amenaza de temporal era evidente. Al abandonar la ciudad paramos para enfundarnos los chubasqueros.

Aunque nuestra intención era llegar a Marrakech, el fuerte temporal de viento y lluvia hizo, al poco de abandonar Tánger, que nos replanteáramos quedarnos en algún lugar más próximo. Barajamos varias opciones y apareció la idea de Arcila a escasos 50 km de Tánger. Nos acordamos de la recomendación que nos había hecho Abdul, el dueño del Restaurante Almunia, en Valencia, donde una semana antes habíamos quedado a cenar para ir entrando en materia marroquí. Aprovecho para recomendar encarecidamente este restaurante puramente marroquí, por la buena calidad de sus productos y sobre todo por la amabilidad de quien lo gestiona, Abdul. Nos comentó que Arcila era su pueblo natal y era uno de los más bonitos de Marruecos. Lo teníamos cerca, así que allí nos dirigirnos con la idea de pasar el resto del día, comer bien, visitar la población y hacer noche, confiando que para el día siguiente el temporal quedase atrás.
Nada más llegar a la ciudad de Arcila y con la amabilidad propia de los marroquíes, se ofreció un lugareño a acompañarnos a buscar hotel. Eso es muy habitual en Marruecos. Como si de un maratoniano se tratase arreó delante de nosotros corriendo como una gacela hasta que dimos con el hotel que nos convenció.

Mira que saben los gatos. Le faltó tiempo al pelirrojo para encaramarse al guardabarros delantero buscando el calor del motor.

Nos decantamos por un apartahotel, en el cual dispusimos de dos apartamentos con dos habitaciones individuales cada uno. Una vez instalados y con las motos en el garaje, también resguardadas de la lluvia, nos dispusimos a dar una breve caminata por el paseo marítimo de Arcila, hasta la hora de comer

Miguel Alberto y uno mismo "conforme tenía que haber sido"...

Era casi el medio dia

El aire mediterráneo de esta bella y desconocida ciudad se disfruta desde todos sus lugares.

Arcila, abrazada por el Atlántico

El dueño de los apartamentos nos recomendó, para comer, Casa García.

y la verdad que el acierto fue rotundo. Las viandas excepcionales y como no teníamos que conducir hicimos buen homenaje al vino blanco.

El primer té con menta de los muchos que cayeron a lo largo de nuestra estancia en el país.

bien a gusto nos quedamos. El camarero también disfrutó de nuestro momento.

Curioso kiosco de alimentos.

Después de comer nos dirigimos a la Medina de Arcila rodeada por una muralla

En la puerta que atraviesa la muralla y nos lleva al casco antiguo de la ciudad.

ya nos rodean los vendedores callejeros. En este caso con las ofertas de relojes imitación de los de lujo.

Parte interior de la muralla

otro que nos "marea". Así es Marruecos. Hay que aprender a sobrellevarlo. "Boiro hablando solo"

Torre Al-Hamra. El bastión portugués de Arcila. La ciudad fue romana, española y portuguesa.

deambulando por sus callejuelas.

Sus casas blancas adornadas de un azul luminoso y un verde discreto la distinguen de las ciudades vecinas.



Un paseo lleno de bellos rincones. 

que me recuerdan a otra ciudad marroquí: Chefchaouen

si bién, Arcila me parece mucho mas tranquila y seductora. Quizás sea porque su turismo se mantiene mucho mas moderado a pesar de su situación costera y sus bonitas playas. 

El personaje de la izquierda nos siguió casi todo el recorrido. estuve a punto de darle la máquina de fotos y que fuera él quien hiciera el reportaje, pero... no sé yo.



Algo despierta la curiosidad de Boiro en el interior de la casa

se trata de un horno muy antiguo en perfecto funcionamiento. Con permiso de los propietarios que se encontraban en el interior, saqué esta instantánea.

Tenía razón Abdul. Es una ciudad con mucho encanto y de fácil recorrido.


Multitud de pinturas adornan las paredes de sus calles.











Interior de una tienda de alfarería.

El buen gusto adorna cualquier elemento de la fachada


Curiosa pintura en la puerta de una casa.




Bordeando la muralla por su parte interior




Playa de Arcila









Entrada al estratégico Puerto de Arcila

Curiosas carrozas para los turistas.

y más curiosa esta terraza de un pub

Terminando nuestro recorrido por la abrupta muralla que rodea la medina a la orilla del mar.



3º día: domingo, 11 de marzo - (Arcila-Marrakech) 535 km
Arcila, Casablanca, Marrakech 

Dispuestos a emprender el nuevo dia. Es tarde y tenemos por delante algo mas de 500 km hasta llegar a nuestro destino del día que no es otro que la ciudad de Marrakech. Haremos el trayecto lo más rápido posible puesto que la idea tan solo es visitar el centro y la medina, pernoctar y continuar ruta hacia otros lares evitando las grandes ciudades.

Aunque habíamos salido de Arcila con el cielo cubierto de nubes, pronto se despejó y tuvimos un día espléndido para rodar en moto.

distrutando de los paisajes, sus gentes, sus ocupaciones.

En Marruecos podríamos decir que en la carretera se vive. En cualquier tipo de carretera te encuentras alguien que está, que viene o que va. También ocurre en las autopistas...?




El sol ya está bastante bajo. Se nota la difencia horaria respecto a España -una hora menos-

paisajes montañosos precedidos por bellos prados 

El Palmeral de Marrakech en las puertas de la ciudad

Entrando en la urbe. Se aprecia ya un incremento del tráfico

tráfico compuesto de todo. Carromatos

ciclomotores. Cada uno con sus personajes


algunos con chilaba -la Rukka marroquí-

Una parada a la entrada de la ciudad, para determinar algún hotel donde dirigirnos directamente.

Almas Hotel, fue el elegido. Amablemente nos dejaron dejar las motos en la misma puerta del hotel. Y bien custodiadas estuvieron, pues durante toda la noche, dos vigilantes permanecieron en la puerta.

Momento Zara...En todas las grandes ciudades presente la prestigiosa marca española

Mezquita Kutubía, edificada en el siglo XII, representativa del arte almohade. Destaca por su alminar de 65 metros de altura, siendo el edificio más alto de la ciudad. El minarete es el símbolo y punto de referencia de la ciudad y, sin duda, el monumento más representativo de la misma. Este sirvió de modelo para la construcción de la Giralda de Sevilla.

Famosa plaza Jamaa el Fna. Cuando el sol se pone, Jamaa el Fna se despierta.

impresionante la multitud de gente y actividades que se desarrollan en este centro neurálgico de la ciudad.

Entre la plaza y el zoco

mostradores muy vistosos donde se ofrecen toda clase de productos



Ambiente muy callejero

Entramos a la Médina de Marrakech

Nos adentramos en la zona de tiendas





Arriesgando. Eso sí, con un lugareño que nos acompañó en busca de un típico restaurante donde dimos buena cuenta de una suculenta cena que tuvimos que rebajar con un largo paseo por la noche de Marrakech antes de dirigirnos al hotel.

4º día: lunes, 12 de marzo - (Marrakech-Agadir) 365 km
Marrakech, Esauira, Agadir

La jornada de hoy nos llevará de nuevo a la costa marroquí. La primera etapa será Esauira. Que no, que no somos nadie de nosotros, va también en burra pero está en otros menesteres.

Al atravesar las pequeñas poblaciones siempre se encuentran personas en sus aceras. 

imagen tipica de las cercanias a los pueblos

Los camiones vetustos también forman parte de las imágenes marroquíes.

Llegamos a las extensas plantaciones de Argán 

Y este original recibimiento es el que nos dedican. Las cabras encima de un árbol de Argán.


No tardaron mucho en subir una cabra a la moto. Tampoco hubo que pedirlo ¡Una monada!

Empeñado en hacerse una foto encima de mi moto. No lo privé de ello pero ante el miedo que se fuera al suelo no solté la moto haciendo contrapeso.

Desde un mirador. Tenemos a la vista Esauira a orillas del Atlántico

Aqui, son los camellos quienes nos dan la bienvenida. Término de Esauira

Un cambio inesperado de montura

Si no fuera por el puño de gas tampoco hay mucha diferencia, aunque como bien sabe Boiro mis posaderas no son de "colegio de pago" y aguantan cualquier montura.

Así de radiante me inmortalizó Miguel Alberto.

Miguel Alberto en una escena con la camella amamantando a su cria.

Boiro con cierta desconfianza, parece.

Una vez llegados al puerto de Esauria, nos hicieron espacio para las motos, junto delante de la taberna donde, en cierta medida, nos vimos obligados a comer, ya que las motos se habían quedado controladas.

Vista de la Plaza Mulay el Hassan


Al fondo las tabernas donde sirven el pescado y marisco recién traido del mar


El mar y al fondo el casco antiguo de Esaouira

Las gaviotas forman parte del paisaje portuario

Como una postal se ofrece la ciudad al visitante

Antiguas fortalezas protectoras de la ciudad


Puerto pesquero

La pesca es una de las principales actividades de esta ciudad portuaria.

Puerta de la Armada

Los cañones permanecen como símbolo defensivo de otra época.



El olor a las parrillas de marisco y pescado

ya lo vamos percibiendo

empezamos a negociar precios de la comida

el género fresco bien expuesto


Me puso a la vista una langosta y cuando le pregunté si estaba viva, no sé donde la tocó que casi salta sobre mi


Al final volvimos a la taberna frente a la cual habíamos dejado las motos. El olor de los productos frescos del mar sobre las brasas cumplía su cometido para nuestros jugos gástricos

a punto de degustar una copiosa y deliciosa bacanal de pescado y marisco fresco. La cerveza que nos sirvieron la teníamos que beber a escondidas y también el vino, pero al menos la tuvimos.

Tras la comida  saltándonos la siesta -que yo la hubiera disfrutado, de verdad- recorrimos la Medina.




La Medina de Esauira está catalogada por la UNESCO, como Patrimonio de la Humanidad.




En esta terraza nos hicimos un té antes de abandonar la ciudad




Reanudamos nuestra marcha y abandonamos Esauira


Los alíseos han dejado su impronta sobre las palmeras y algunos árboles.


Al poco de abandonar la ciudad, el Gps nos metió por un camino de tierra. Un camino de escasos 2,5 km, ya que pronto aparecimos de nuevo en el asfalto.  

Rodeados de bosques de árboles de Argán. El árbol de Argán es específico de la región de Esauira.

Del fruto del Argán se extrae un cotizado aceite.

Costeando el Atlántico

¡que ruta tan bonita!

La puesta de sol la empezamos a disfrutar sobre la moto.

también contemplamos algún faro a nuestro paso.

Empezó a levantar un fuerte viento que lo tendríamos de compañero hasta llegar a Agadir.

Término de Agadir-Imsouane

disfrutando de la ruta

Agadir-Tamri. El azote del viento haciendo mella en las olas

Que las convertía en imágenes muy sugerentes.

Paramos de nuevo a contemplar la puesta del sol en el mar



Agadir-Tamri. Había que echar un "corto" pero reconfortante, trago de vino.

En cada viaje surgen momentos especiales. Este, por lo imprevisible, fue uno de ellos.. Estas echando un trago de la bota, cuando bajas la cabeza resulta que a medio metro tuyo, tienes un elemento, que no sabes de donde coño a aparecido, mirándote de una forma "muy extraña". Al principio pensé que me miraba mal por beber alcohol -ya sabéis que en Marruecos, la religión lo prohíbe-. Mi instinto fue pasarle la bota para que echara su trago -algo como lo de fumar la pipa de la paz, supongo-. Mi sorpresa fue ver como agarró la bota metiéndose la boquilla en la boca como si de un biberón se tratara y no había forma de quitársela ¡El coste fue, cuando llegué al hotel, vaciar el liquido que quedaba en la bota, limpiar bien la boquilla y volver a recargarla. Mira que le dije: eso es pecao que lleva alcohol. No, no, -me decía- ¡muy bueno esto!

Estábamos cerca de Agadir, donde llegaríamos ya sin luz. 

Sí, llegamos de noche, pero no nos perdimos como el sol desaparecía tras el horizonte del Atlántico.


5º día: martes, 13 de marzo -  (Agadir-Legzira) 250 km
Agadir, Tiznit, -Legzira Beach-, Sidi Ifni, Legzira

En Agadir habíamos pernoctado en el Hotel Club Al Moggar. Un buen hotel pero con el inconveniente de que no había ascensor y las habitaciones estaban algo lejos para ir cargados con las maletas.

Dispuestos a comenzar la jornada del 5º dia. Objetivo llegar a Sidi Ifni o cercanías.

Las calles empezando a despertar

Saliendo de Agadir, sorteando toda clase de vehículos 

Paisajes de la ruta


un trazado perfecto





Las mezquitas como en nuestra tierra las iglesias, se levantan en cualquier núcleo urbano. No así, los bares.







un poblado en la montaña

Y tras estas paredes de tierra rojiza.

aparece la playa


Tiznit-Mirleft

Miguel Alberto a la conquista de la playa



desde la habitación del albergue que hábilmente descubrió Boiro.

Vistas desde la terraza de nuestra habitación

Desde el comedor



Imagen típica de esta playa.


Legzira beach, también conocida como Playa de las patas de elefante


El parapente se practica en este lugar donde no faltan los vientos








Los artistas de la zona exponen sus creaciones.

algunas haimas en la arena

una pequeña escuela de suft

volvemos al hotel 

Una familia lugareña de tertulia a pie de roca

cayendo la tarde

albergue donde nos hospedamos

Antes de cenar Boiro, Miguel Alberto y yo, nos dirigimos a visitar Sidi Infi.

al fondo Sidi Ifni

Ifni.Visitando la ciudad



Recorremos sus calles


sus alrededores




Decidimos volver al centro de Ifni



Antiguo aeropuerto de cuando Ifni era protectorado español. Ahora un enorme solar.

Tiznit-Sidi Ifni. visitamos el centro



la medina

comprando el pan, pues teníamos pensado hacer picnic en el albergue.
















El antiguo aeropuerto español visto desde otro ángulo.

Este fue uno de esos momentos que ya vale un viaje. Nos escucharon hablar y en perfecto castellano se dirigieron a nosotros haciéndonos saber que ellos también se consideraban españoles y que éramos como hermanos. El personaje de la chilaba se sacó un radiocassete de esos que ya no existen por aquí con canciones que también él tatareaba de, y esto fue así, Raphael, Manolo Escpbar, Carina, etc y además se sabia la letra completamente. Un gran momento. Emotivo de verdad.

¡Qué grandes!


Tras terminar nuestra visita a Sidi Ifni y antes de volver al albergue nos dispusimos a contemplar la puesta del sol desde un lugar privilegiado. Desde el borde del acantilado. Así que, abandonamos el asfalto y allí fuimos.
Tiznit-Mirleft


Esperando que el sol tocara el mar



En primer plano una original ¿vivienda?

también con su pequeño huerto


mientras el sol se ponía

por delante, la inmensidad del Atlántico

Panorámica desde el acantilado de los parapentes sobrevolando las "patas de elefante"


"Ellas", en puesto de honor. Faltaría más.

Volvemos a la carretera para retornar al albergue.


llegamos como de costumbre, bien tarde.

pero con la jornada bien aprovechada.

Tras la cena con los envasados al vacío que nos trajimos de casa para unas cuantas comidas o cenas y acompañados con nuestra bota de vino, terminamos la jornada,

 no sin antes dar buena cuenta a una botella de ron.

No había que conducir ya...

Compartimos habitación Miguel Alberto, Boiro y yo. 

Un obispo en la cama tiene que ser algo parecido a esto.


6º día: miércoles, 14 de marzo - (Legzira-Uarzazate) 680 km
Legzira, Guelmin, Tachjijt, Ait Ouabelli, Tizounine, Akka, Tata, Tissint, Foum Zguid, Ait Aissa, Taznakht, Ksar de Ait Ben Hadu, Uarzazate 

Expléndido amanecer en Legzira Beach

Desayuno en un marco incomparable.

haciendo pinitos con la tetera.

Bella estampa de una familia marroquí.

Preparadas nuestras monturas y nosotros mismos.

dejando este paradisíaco lugar. Es  el comienzo de una nueva jornada. Por cierto: -Le tengo que decir a Miguel Alberto que cambie la fecha y la hora en su cámara-. Ay... Miguel

Una jornada que será distinta a lo previsto, totalmente distinta, y que marcará un antes y un después de este Marruecos 2018. Pero eso es algo que quedará para los protagonistas de este viaje. Al llegar a la ciudad de Guelmin y en una rotonda a la salida de la misma, nos despistamos y otra vez, cada uno por un lado. De tal forma que toda la larga jornada de casi 700 km. la hice en solitario. A su vez, Boiro y Miguel Alberto, la hicieron juntos, algo es algo.
Región de Guelmin-Taghjijt

Todavía no sabía que esa recta tan solitaria estaba indicándome cómo iba a ser mis próximas 10 horas camino hacia el sur de Marruecos.

Aunque signos de ello había.




Pero me resisto a no ir a una velocidad que me permita observar los lugares por donde transito.

no perderme disfrutar del paso por los pequeños poblados






la temperatura subiendo.


Tras unos cuantos kilómetros llenos de tensión como nunca había sentido paré, con mas de 30º de temperatura y subiendo, en la sombra de una acacia en medio de la nada y decidí que a partir de este momento y dado que Boiro y Miguel Alberto habían tomado otra ruta por despiste de todos, hacer la mía propia. A mi velocidad y disfrutando del viaje.
Tata-Fam el Hisn.




Observando a un rebaño de dromedarios.
Tata-Tamanarte

Los niños en cuanto ven un forastero se acercan lo máximo que pueden. Paré y disfruté un rato de su compañía ofreciéndole una torpe conversación.

Tata-Tizounine

me desvié de la ruta a escasos metros de la carretera

para recorrer este poblado que en otros tiempos seguro estaba habitado.


En dirección a Tata


Núcleos urbanos donde se entremezclan las antiguas casas de adobe con otras de mas moderna construcción.


Entrando a Akka
Tata-Akka

era el medio dia. compré un refresco bien frio y con los frutos secos que siempre me gusta llevar hice un receso para tomar algo de fuerzas. Es lo ideal cuando tienes una larga jornada y más si vas solo. Te permite llenar el estómago lo suficiente para andar ligero.

Este es un pastor de dromedarios motorizado. Había que ver con qué destreza salía a la carretera y volvía entrar a lo marrón. Se acercó a mí, me pidió tabaco y tras preguntarme si necesitaba algo marchó a controlar a sus bichos.

Curiosas formaciones rocosas
Tata-Adis

Una pequeña cordillera de roca en el horizonte tras las palmeras



Este cartel llamó mi curiosidad y lo seguí



no me arrepentí de ello pues cuando me quise dar cuenta

me encontraba en un lugar auténtico

Una mujer se cruzó conmigo y su acto reflejo, como en tantas ocasiones, fue el de cubrirse el rostro cuando ante mi se cruzaba. La observé mientras se alejaba pensando en que encajaba bastante mejor que yo en el entorno.

Observé en una terraza ropa tendida, indicación de que alguien vivia en este lugar.

Al otro lado de la carretera. Supongo será  la misma población pero con sus nuevas construcciones.


Entrando a Tata




Uno de los numerosos Oued -cauces o ramblas-, que se atraviesan en la ruta. Más secos que la mojama. 





Iba tan ensimismado con los paisajes que empecé a preocuparme por lo que me quedaba de gasolina. Así que en cuanto pueda a repostar. 

En la medida que se avanza hacia el sur, el paisaje es más árido.

Tata-Akka Ighane

Hasta las curvas parecen como buscando el infinito

Tata-Tissint



poblado de Trit en las cercanías de Tata. 

con un espectacular oasis de palmas regadas por el río Tissint

Curiosas formaciones rocosas que recuerdan el lomo de un cocodrilo.

Esto es lo mas parecido a una gasolinera que encontré. El hecho de preguntar a la policía que encontré a la entrada de esta población me dió confianza en el lugar. El surtidor estaba dentro de este local aunque era de gasoil. A a mi me suministraron de una garrafa y al doble de precio, pero al menos ya estaba tranquilo pues ya tenía autonomía suficiente para llegar a una gasolinera "normal"
Tata-Tissint

Tramos rotos por inundaciones de la carretera
Tata-Foum Zguid


encontré el desvio que salvaba el foso en el asfalto.


Entrada a Foum Zguid




Vehículos de un cercano Rally. Menudos pepinos.

Aqui, si. Llené el depósito a tope.


Y volví a sacar los frutos secos que compartí con quien me vendió la coca-cola y con el empleado del surtidor.
Tata-Foum Zguid

Panorámica de un bonito valle. Son los contrastes del país. Circulas por un mar de tierra quemada y de repente aparece un espléndido oasis.
Tata-Allougoum

Observando las cabras al lado de la carretera


Impresiona ver estos camiones cargados de paja hasta mas allá de lo imposible.




Peculiar personaje. Y mas peculiar la decoración de su refugio.

Los camiones vetustos también abundan en estas carreteras.













Ay...Miguel ¡Qué sombra!

Ya sé que no se entiende la anterior expresión. Pero no se tardará en encontrar el sentido.






La ciudad moderna

contrasta con la belleza de lo antiguo.

Un mirador en la ruta hacia el sur

donde se puede disfrutar de los fósiles

de las vistas que ofrece


y del perro que lo cuida. Que no te das cuenta hasta que estas a escasos metros de él y te salta hasta que alcanza la cuerda que, afortunadamente lo tiene atado. Menudo susto me dió.




El sol se está poniendo



Ya casi sin luz llego a Ksar de Ait-Ben-Haddou

Al salir por la mañana habíamos quedado, en caso de dispersión, en este lugar. Y de no encontrarnos, como así fue, en Uarzazate

aprovechando la puesta de sol abandono el Ksar

Volveremos a este lugar mañana a primera hora de la mañana

Me dirijo a Quazarzate donde ya de noche, nos reagrupamos todos y buscamos hotel donde pasar la noche.

Ay...Miguel


Cuando nos reunimos en Uarzazate lo primero que me contaron Boiro y Miguel Aberto es la movida que pasaron.
Sería sobre el medio dia, Miguel, mientras Boiro se peleaba con su aparatito -navegador- buscó la sombra de una acacia, buscando refugio de los 33º grados de temperatura a escasos metros del asfalto y se metió en un charco de arena.

Cuando se hunde esta moto no hay quien la saque

Tuvieron la suerte que alguien con más "cabestrante" que ellos les echó un cable y los sacó del atolladero.

Si es que no os puedo dejar solos... Boiro a punto de una lipotimia.

En Marruecos siempre hay un momento "Arcarons"

Una pena no haber rodado juntos la jornada de hoy, amigos. Pero os aseguro que en lo que queda de viaje, no volverá a pasar...


7º día: jueves, 15 de marzo - (Uarzazate-Erfoud) 450 km
Uarzazate, Ksar de Ait Ben Hadu, Uarzazate, Boumalne Dades -Garganta del Dades-, Boumalne Dades -Garganta de Todra-, Erfoud


Amanece en Uarzazate. Vistas desde la habitación del hotel


Tras el desayuno, y por motivos que no voy a exponer aquí, somos, Miquel, Ernesto y yo, quienes continuamos con el viaje planificado. El otro se vuelve a casa. Y es que no aprendemos de lo que podríamos esperar... como así fue.

Podríamos decir que hoy empieza un nuevo "Marruecos". Qué importante es la buena armonía en el grupo cuando se viaja en moto durante varios días. Y qué empeño, de algunos, el intentar su menoscabo.
La primera visita es el  Ksar de Ait-Ben-Haddou, ya que el dia anterior se nos hizo tarde y nos pilló la noche.

Esta kasbah bien merece una pausada visita. Dejamos las motos en el aparcamiento.

y nos disponemos a patear el poblado

disfrutando de sus pintorescas calles

Panorama que quita el aliento: El Ksar de Aït Ben Hadou


 ¿Que hacen al lado del río los niños?

Pues esperar a turistas y ayudarles a pasar el rio sobre los sacos de arena, a modo de puente, y ganarse unos dirham.

También estampa típica. La mujer cubriendose la cara 

y el burro, bien aparejado y hábilmente montado por su dueño.

Esta fortaleza, inmortalizada en películas como "Lawrence de Arabia", "Babel" o "Indiana Jones", se ha convertido en un pueblo-museo


El ksar en realidad en un conjunto arquitectónico formado por varias kasbahs. Uno de los más antiguos de Marruecos. Considerado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO

Boiro en un posado

Yo mismo, otro tanto. A mis espaldas el valle del Ounila con el ksar de adobe al fondo.

Miguel Alberto, a su aire. 

Interior de la cafetería donde, en su terraza y disfrutando de tan hermosas vistas nos deleitaron con un sabroso té


fotos de algunos ilustres que han pasado por este lugar


sin duda con mucho encanto.

Tras la visita a el Ksar retrocedemos hacia Uarzazate de nuevo para continuar la ruta prevista. Al fondo se distinguen unos objetos que parecen colocados para un "tiro al blanco". Pues no, son el reclamo 

de estas tiendas de alfareria

y también de fósiles al lado de la carretera camino a Quazarzate

¡Ojo con la carga! Increible.

Uno de los famosos estudios de cine en Uarzarzate.

Panorámica de otra población en nuestra ruta

disfrutando de rápidos trazados.

más tranquilo en las travesias de las poblaciones. Contemplando sus construcciones.

sus comercios

pero sobre todo, respetando a sus moradores.


Boiro encarando la bajada de un pequeño puerto.

vamos enlazando pequeñas poblaciones.



algunas de ellas apenas se distinguen, de tan integradas que se encuentran en su entorno.


Trazado perfecto









Miniaturas al borde de la carretera. Me pregunto, si juegos de niños o de mayores.






Tenemos que concentrar la vista en las construcciones, tan integradas en su entorno, si queremos distinguirlas.



Allí arriba nos dirigimos. Un pequeño hotel se distingue en la colina



dejamos nuestras motos


Y nos disponemos a "tomar" esa coqueta terraza, donde nos haremos un café -versus té- contemplando en todo su esplendor una impresionante panorámica de las Gargantas del Dades. El río no se distingue muy bien por el color ocre de sus aguas.


las paredes de la garganta parecen querer engullirse la terraza donde nos hallamos.


Uarzazate-Ait Sedrate Jbel El Soufla

Foto para el recuerdo

Rindiendo merecido homenaje al espectacular trazado


Por ahí abajo andan Miguel y Boiro currándose las trazadas

Nos despedimos de este mágico lugar en busca de otras Gargantas. Las del Todra.

Uarzazate-Toudgha El Oulia






En dirección a las Gargantas del Todra, nos sorprenden espléndidos oasis de palmeras.






Entrando en las Gargantas del Todra, previo pago de una pequeña tasa.

Uarzazate-Toudgha El Oulia

Gargantas del Toudgha


Las pasaremos primero en moto y tras la comida daremos un paseo a pie por la garganta.

Dejamos las motos

y nos damos un merecido homenaje culinario

Un restaurante situado en la misma entrada de la Garganta y con una comida muy rica. Con Coca-Cola sobre la mesa pero con la bota de vino deambulando por debajo de ella.

Volvemos a las gargantas, dando un paseo para rebajar la comida y disfrutar de esas espectaculares paredes rocosas


No es una miniatura. Es un burrito miniatura.





Boiro nos inmortaliza a Miguel y a mi en esta instantánea.


El día lo habíamos aprovechado bien pero en dirección a Merzouga que es donde teníamos intención de quedarnos se nos complicó el tiempo con una ligera lluvia que cada vez era menos ligera, a la vez que nos pillaba la noche. Circular en Marruecos por la noche es muy poco aconsejable por el peligro que supone tanto los vehículos que te cruzas o adelantas con escasa o nula luz como las personas que cuando atraviesas núcleos urbanos. En uno de ellos estuve a punto de atropellar a un niño que se soltó de la mano de su padre y se abalanzó sobre mi moto. Solo la escasa velocidad y la potencia de la frenada hizo que no pasara nada. Bueno el pobre niño no se libró de unos buenos azotes por parte del padre y eso que me esforcé en que lo dejara ya que afortunadamente no había pasado nada.
Y como tras la tempestad viene la calma. El Hotel Kasbah Tizimi, en Erfoud, nos la dió.

Y nos acogió tan bien que fueron dos noches las que nos regalamos en este lugar.

pues aunque, no ver, si podíamos escuchar el silencio del desierto. Nos encontrábamos a las puertas del mismo: Erfoud

8º día: viernes, 16 de marzo -  (Erfoud-Merzouga-Erfoud) 0 km
Pasamos el día en la dunas de Erg Chebbi y alrededores

Arfoud. La Kasbah Tizini donde nos hospedaríamos dos noches.

patio interior de la Kasbah

piscina.

Teníamos previsto hacer los escasos 50 kilómetros que nos separan de Merzouga, pasar la jornada rodando por los alrededores de las dunas y quedarnos por allí a pasar la noche, quizás en la Kasbah de Brahim si es que todavía está por allí después de mas de 10 años desde que anduvimos por ese lugar o quizás en la kasbah de Alí el Cojo. Ni una cosa ni la otra. Nos informaron que se había formado una tormenta de arena y lo menos recomendable era viajar en moto por esa zona.
Ante esta adversidad y sobre todo, porque no tenemos 20 años, planteamos la posibilidad de alquilar un coche para acercarnos a Merzouga, pasar por la zona la jornada y volver al Tizini como así hicimos.
Así que, tras despedirme de las tres burras...


Nos enzarzamos con la "lata". El coche nos lo alquiló el director del mismo hotel. Era su coche particular, de modo que nos dió las oportunas instrucciones por si nos parara la polícia. La anécdota de la jornada era que muchos vehículos con los que nos cruzábamos nos hacían ráfagas. Debían de conocer quien era el propietario del vehículo en el que nos encontrábamos.

Er-Rissani.
Y la tormenta se hizo realidad.

Y el acierto de dejar las motos para otra ocasión, también.

Ver como olas de arena cruzan por tu camino se lleva mejor desde la comodidad del coche.


Lo primero fue acercarnos a las dunas


Intentando sacar la imagen de la gran duna -al fondo- pero el viento lleno de arena impide su visión. Gran papel hicieron las gafas de cross. Lo de la imagen con ellas puestas es otro cantar.

Con el viento soplando con ganas costaba moverse por la arena

Las imágenes que ofrecen las dunas con el polvo en suspensión parecen un tanto mas misteriosas.

pero de una belleza cautivadora.

Ande irá? este cuerpo

Boiro, con las manos en los bolsillos encarando la duna, cual bereber se tratara. 

¡Ay!...máma

El campamento formado por jaimas, cerrado a cal y canto. Estos sí saben.

Conseguido llegar a la cresta de la duna. Todo un logro, en medio de la tormenta de arena.

Con Boiro intentando guardar el equilibrio.

Sarreamos. 

Vamos a Merzouga

solitarias sus calles. El tiempo no acompaña.

Los comercios tipicos. Claro los turbantes no faltan.

venta de bombonas de gas junto a una casa de comidas.

Hostal en Merzouga

En esta tienda si que hay de tó. Como en mi pueblo.

Tras la visita a la pequeña población de Merzouga, volvemos a dar un rodeo por las dunas en busca de recuerdos de anteriores viajes.



Como siempre en Marruecos, hasta en plena tormenta de arena, aparece alguien en cualquier sitio.

Sí, quería recordar la escuela que hay en una pequeña población muy cerca de Merzouga: KHAMLIA. Es mucho mayor que la escolita que yo recordaba de cuando estuvimos hace unos once años con Moto-Almuerzo Valencia. Visita que aprovechamos en aquel entonces para llevar material escolar. -algún día espero publicar ese viaje en este blog, pues me trae unos sentimientos muy especiales-.

También en ese viaje del 2007, la gente de color, negros que habitan en Khamlia nos deleitaron con uno de sus conciertos y bailes típicos ancestrales, ataviados con sus túnicas blancas impolutas. En la puerta de la kasbah había una persona como si de un reclamo se tratara, pero dejé que se cubriera el rostro antes de sacar la foto.

Panorámica de Erg Chebbi

Erg Chebbi es el único erg del Sahara en Marruecos. Tiene una longitud de 22 km de norte a sur y 5 km de anchura. Sus dunas tienen una altura máxima de 150 m.

Localizando el Albergue de "Alí el Cojo"

Al fin dimos con él: Atlas du Sable "Alí el cojo"

Toda una institución para los que visitan  Merzouga y Hassi Labied, las dos poblaciones pegadas a las dunas.



aprovechamos el medio día para, además de conocer sus instalaciones dar buena cuenta de la comida de este restaurante.








Interior de la terraza del hotel


de la cual se tienen estas espectaculares vistas.

Tras la comida en el restaurante de Alí el cojo, nos disponemos a intentar localizar la kasbah de Brahim, donde hacia once años que estuvimos hospedados.
Esta es la dirección, no hay duda.


La duda surgió si tras este largo período de tiempo el dueño continuaría siendo Brahim. 

dimos un rodeo por el lugar

Cómo recordaba yo estas imágenes. Idénticas a las de hace tanto tiempo cuando acababa de estrenar mi querida GS -la que acabo de sustituir ahora-



Los compañeros de Moto-Almuerzo Valencia, recordarán perfectamente las tertulias al atardecer, en este lugar -la parte trasera de la kasbah-

Vi a un crío y le pregunté si conocía a Brahim. Sorpresa mayúscula, resultó que era su tío y además se encontraba en la jaima, pues estaban celebrando la boda de un familiar.

Faltó el tiempo para que Brahim hiciera su aparición y tras recordar viejos tiempos nos invitó a la ceremonia del té en la jaima donde estaban celebrando su fiesta.


esperando a que Brahim se incorporara a nosotros en la ceremonia del té. La conversación como no podía ser de otra forma rondó acerca del primer viaje a este lugar, recordando momentos, lugares y personas, con un especial recordatorio para el amigo Toro, que fue el organizador de ese viaje y a quien Brahim le tiene un cariño especial. 

Alrededor de las kasbah esperan los dromedarios para sus recorridos por las dunas cuando hay visitantes dispuestos a ello.

Nos alejamos del lugar, no sin cierta nostalgia.

De nuevo volvemos a Merzouga

La Gran Duna esta vez, si se ve desde lejos ya que la tormenta de arena se ha relajado un poco.

Entrada a Merzouga

Lo que teníamos que haber hecho al principio del dia lo hicimos ahora. Enfundarnos unos buenos turbantes 

Lo de nuestros caretos ya es otra cosa

Tomando clases de cómo colocarse el turbante


y volvimos de nuevo a las dunas pues el dia habia mejorado bastante.

No sé como hay gente que baja a Marruecos y no llega hasta Erg Chebby

recogimos alguna muestra de arena del desierto en un pequeño frasco que nos dieron en la tienda.

La verdad es que las veces anteriores no había caído en esta posibilidad y mira que soy de los que vuelve a casa con los bolsillos llenos de piedrecillas.

Miguel Alberto nos había comentado a Boiro y a mi que se fumaria el último cigarro sobre las dunas y lo apagaría en la arena, como ritual para dejar de fumar.

esto fue lo que lo perjudicó: llevarse en un frasco la arena. pues así podía volver fumando ya que la tenia a mano para, en otro momento elegido, apagar su "último cigarrillo".

Er-Rissani. Cuando atravesamos estos bancos de arena sobre el asfalto es cuando nos alegramos de haber dejado nuestras monturas en el hotel. Posteriormente nos enteramos que en este tramo habían caído varias motos.

Mequinez-Tafilalet

En esta ocasión lo que yo quería recordar es mi segundo viaje a Marruecos. Estuvimos hospedados en el Hotel Kasbah Xaluca Arfoud y volvimos a modo de recuerdo.



Hall del hotel Xaluca


En la entrada del hotel. Manera en que reciben a los huéspedes.



Un gran hotel, por cierto.

panorámica del patio interior del Xaluca donde disfrutamos de una cerveza bien fria. Aquí si venden alcohol.


Visitamos su tienda y tras comprar algún recuerdo nos retiramos en busca del Tizimi -nuestro hotel-

9º día: sábado, 17 de marzo - (Erfoud-Fez) 410 km
Erfoud, Er-Rachidia, Midelt, Timahdte, Ifran, Fez 

Hoy es el primer día que emprendemos el regreso. El objetivo es quedar lo más al norte posible de Marruecos.



Momento en los que Boiro se suele "emparrar". De echo se puede apreciar a un personaje arriba del camión que le da paso con el  brazo de forma acalorada.


Al poco de pasar Er-Rachidia aparece este lago con un sorprendente color turquesa.

En la provincia de Midelt y comuna de Amersid se encuentra el Col de Tizintalghaumt. Creo


Paramos a enfundarnos algo de abrigo pues el frio empezaba a calarnos bien

Ait Ayach con las montañas nevadas al fondo.

Boiro ajustando las prendas para evitar que algún hilo de frío se cuele y llegue a donde no debe.


Sidi El Makhfi


Si, todavía no hemos salido de Marruecos. Estos son los contrastes del país.







Timahdite. Cuando el frío ya nos había conquistado tuvimos que hacer una parada

para entrar en calor.

Ben Smim.
Nos encontramos en un enclave privilegiado: El Parque Nacional de Ifrane, ubicado en el Atlas Medio, cueta con más de 500 km2 de extensión. Alberga el mayor bosque de cedros del Atlas y posee una gran riqueza biológica. En invierno es un enclave conocido por los aficionados al esqui que acuden a la estación de  Michlifen.


 Fue bajar de la moto, pedirme le hiciera una foto junto a la moto y que le dejara mi teléfono móvil.

Y sin darme cuenta era yo el que estaba con el caballo junto a mi moto y el paisano haciendo el reportaje fotográfico.

A partir de ahí me dejé llevar hasta donde no tenía previsto.

Ifrane es conocido también porque en sus bosques de cedros habitan numerosas colonias de Macacos. El macaco de Berbería es nativo de los bosques de Marruecos y Argelia. su modo de vida está estrechamente ligado al de los cedros del Atlas. 
.


Unos árboles que crecen principalmente en alturas de 1600-1700 m sobre el nivel del mar, por lo que cedros y macacos se pueden observar en el Medio y Alto Atlas, así como en el Riff.

Boiro y un servidor disfrutando de momentos muy simpáticos.

El reportaje fotográfico corrió a cargo del paisano que aparcó su caballo y nos siguió con mi móvil tirando ráfagas de fotos.




Parada tras terminar de pasar los bosques de Ifram y sus bosques de macacos.

aprovechando para repostar antes de llegar a Fez

Llegamos a Fez bien caída la tarde. Tomamos habitación en el Hotel Palais Medina & Spa. Un hotel de buena categoría que nos permitía ponernos al día en lo que a cervezas se refiere.

Panorámica de Fez desde la terraza del hotel

En Fez, la visita a su medina es  obligada.

si bien hay que ir con mucho cuidado porque es fácil perderse por sus laberinticas callejuelas.

y mas de noche





arriesgando...





Volvimos pronto al hotel donde nos deleitamos en la terraza de la habitación con una degustación de los productos de nuestra tierra que, envasados al vacío, habían aguantado perfectamente los días de ruta.


10º día: domingo, 18 de marzo - (Fez-Algeciras) 490 km
Fez, Tánger, Tánger Med, Algeciras

Sobre las 10 de la mañana teníamos las motos cargadas y dispuestas a partir en dirección al puerto de Tánger con el fin de embarcar hacia España. Si todo hubiera salido como teníamos planeado esta misma tarde llegaríamos a España y todavía podríamos hacer algún kilómetro y avanzar hasta Málaga o incluso Granada. Pero nada de esto pudo ser. Tener que atravesar el estrecho de Gibraltar por mar, es lo que tiene.

Una ligera lluvia nos acompañó durante gran parte de la jornada


Vista de Fez desde el hotel. A modo de despedida.

Los trajes de agua se hicieron inevitables.

Al llegar a Tánger nos informaron que habían cancelado todos los trayectos marítimos a España debido al mal tiempo. Debíamos de ir, por tanto, al puerto de Tánger Med, ya que desde este puerto sí salían barcos. Tuvimos que andar unos 50 kilómetros más en medio de un fuerte temporal de lluvia y viento que hizo que la jornada se complicara más de lo previsto.
Tras llegar al puerto de Tánger Med, y muy justos de tiempo ya que, en principio, había que embarcar en media hora. Antes de la cual tendríamos que comprar los billetes, localizar el muelle de embarque, etc.
El estrés de la salida fue para mi, peor que el de la entrada al país, que ya es decir. El conseguidor nos preparó los papeles de salida. Cuando yo les dí los míos que los llevaba juntos, tanto los míos cono los de la moto, me hizo separarlos puesto que los de la moto ahora no hacían falta.  Me puse muy nervioso porque entre emporrao que iba el fulano, que se quería quedar todos los Dirham que vio en mi cartera y el poco tiempo que teníamos los nervios se aceleraron.
Bueno, me dije, ya todo claro, ahora a pasar tranquilamente los controles que hagan falta.  

Iba tan relajao que me entretuve sacando fotos de los amigos.
La sorpresa vino cuando me tocó pasar a mí el último control de la policía. Mientras Boiro y Miguel Alberto desaparecían tras haber pasado dicho control, por los pasillos de conos del inmenso puerto de Tánger Med, sin pensar, lógicamente, que yo podía tener problemas. Doy los papeles al policía, creyendo que iban todos juntos, y el policía me dice, que yo si, pero la moto no tiene la hoja de entrada, por tanto no puede salir de Marruecos.
Una fuerte discusión con los policias que al final me permiten ir contra dirección por el puerto en busca de los papeles de la moto. Yo pensé que se los había quedado el aduanero y que ahora me pediría rescate -mordida- por ellos. Cuando traté de ladrones a todos los del garito de aduana, caí en la cuenta que podía haberlos metido en el Top-Case de la moto, y la grata sorpresa fue que allí estaban. Tras haber tratado de ladrones a todos los de la aduana intenté pasar sin que se dieran cuenta pero uno de ellos me dijo en perfecto español ¡Qué!, estaban o no? Vaya palo, di al acelerador sin mirar a nadie sobre todo porque el barco estaría a punto de zarpar.

Después de tanta historia, prisas y demás, el barco llegaba con más de tres horas de retraso. Es Marruecos...

Compartiendo espera en la cola de embarque con otros moteros españoles. Tomamos unas cervezas con ellos, compartimos fotos, nos recreamos con el viaje realizado. Lo que ayudó a que la larga espera no fuera tan tediosa.



Esperando el inminente embarque

En la bodega del barco con las motos estibadas

Algeciras "Venta de los Pastores". Era muy tarde, tomamos algo ligero y buscamos el hotel que un trabajador del barco nos había recomendado.


11º día: lunes, 19 de marzo - (Algeciras-Valencia) 710 km
Algeciras, Málaga, Granada, Puebla de Don Fadrique, Jumilla, Yecla, Fuente la Higuera, Valencia

Algeciras. Hotel Alboran, pegado a la carretera. No queríamos perder más tiempo en poner rumbo a casa.

Jornada de mero tránsito hasta Valencia con la parada preceptiva para atizarnos un buen guiso en Puebla de Don Fradique -Granada-, que nos repusiera fuerzas para terminar con los 710 km de la jornada.


Por fin en la puerta del garaje de casa -sorprendido gratamente por un vecino, que inmortalizó este momento-. Una fina lluvia nos acompañó los últimos kilómetros. Había terminado Marruecos 2018. Mi tercer Marruecos - once años desde el primero-.

El parcial marcaba los 4.614 km recorridos.

Tras los cuales llegó su merecido descanso. Como siempre que llego de un viaje le agradezco su comportamiento en ruta. En esta ocasión con algo más entusiasmo, debido a un lance que nunca debió de ocurrir...

1 comentario:

Pedro Soler dijo...

Fantástica crónica Paco, me has hecho viajar con vosotros.