3ª Parte ( 2 días)
El Norte por el interior: Gijón, Oviedo, León, Burgos, Logroño, Soria, Teruel, Valencia.
8º día; miercoles, 18 de agosto de 2010: Gijon-Burgos, 390 km.
Gijón, Oviedo, Puerto de Pajares, La Pobla de Gordón, La Robla, León, Carrión de los Condes, Olmillos de Sasamón, Burgos.
Tras la matinal visita de la ciudad de Gijón, reanudo la ruta sobre las 11 de la mañana en dirección a la capital del Principado de Asturias: Oviedo.
Calle Argüelles, en Oviedo.
Iglesia de San Juan el Real
Catedral de Oviedo
Ya conocía esta ciudad de un anterior viaje por Asturias, de modo que me entretengo poco. Tengo ganas de rodar en moto.
Y enfilo por la nacional N-630, que me llevará por el Puerto de Pajares hasta León. El Puerto de Pajares -1.378 metros- y con una longitud de 17 km., ha sido tradicionalmente la principal vía de comunicación entre Asturias y la Meseta Central, antes de la construcción de la AP-66.
En la subida del puerto encontramos una pequeña área de descanso y el Mirador de Flor de Acebos
desde el que podremos contemplar, hermosas panorámicas
Parte del trazado del Puerto de Pajares. Cuando contemplas cómo lo abordan los vehículos pesados, dan ganas de echarles una mano y empujarles.
En la subida del puerto debemos hacer parada en un sencillo bar que, a los moteros, se nos recibe de esta forma tan acogedora.
Señas de identidad del lugar donde nos encontramos: Principado de Asturias.
Las vistas desde la terraza de este bar, también son espectaculares.
El puerto tiene en algunos tramos unas fortísimas pendientes. Existen rampas hasta con un 17%.
En la cima del puerto se encuentra el límite entre las comunidades del Principado de Asturias y la Comunidad de Castilla y León.
En la provincia de León, podemos observar como cambia, tanto el estilo de las construcciones.
como el paisaje. El verde asturiano deja paso...
a áridas montañas y a un paisaje más castellano.
Tras rodar, desde Gijón, unos 150 kilómetros, llegamos a León, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla y León.
La primera parada en esta ciudad es en los jardines de la Plaza de San Marcos.
Donde se encuentra, el Convento de San Marcos.
El Antiguo Convento de San Marcos, es una de las grandes joyas de la arquitectura de la ciudad de León. Con una fachada de unos 100 metros, el antiguo monasterio, ahora convertido en Parador Nacional, posee una hermosa iglesia y un museo arqueológico. El actual edificio fue un regalo de Fernando el Católico a la ciudad de León. De estilo gótico-plateresco es uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español.
Entrada a la iglesia de San Marcos.
El río Bernesga a su paso por León.
La Calle Ancha, repleta de terrazas y turistas, en esta época del año.
Bonitos rincones de la ciudad.
la Calle Ancha nos llevará a...
...la Plaza de la Catedral. A la izquierda la Mansión de los Sierra Pambley, un viejo caserón del siglo XIX -hoy convertida en casa museo-. Al fondo antiguo edificio de Correos y Telégrafos. León está enclavada en plena ruta del Camino de Santiago, son pues numerosos los peregrinos que nos encontramos en su ruta jacobea.
Palacio Episcopal de León.
La Catedral de León, -siglo XIII- es una de las grandes obras del estilo gótico, de influencia francesa.
Fachada principal de la Catedral
Fachada y lado sur.
Las vidrieras añaden espectacularidad a la catedral.
Real Basílica de San Isidoro, es un templo cristiano. Es uno de los conjuntos arquitectónicos de estilo románico más destacados de España, por su historia, arquitectura, escultura y por los objetos suntuarios románicos que se han podido conservar..
Torre del Gallo, al final de un tramo de murallas romanas.
En el año 1969 fue declarado monumento histórico.
Y él, me recordó que era la hora de la bendita siesta, tras haber degustado unas ricas tapas en una de numerosas terrazas del centro.
Tomé sitio en un banco a la sombra de...
en este frondoso y sombreado parque y me deshice de la realidad...
Plaza de toros de León, también conocida por León Arena. En el año 2000 se instaló una cúpula móvil de cristal, que permite organizar eventos en su interior durante los meses invernales.
Y, como hice en Oviedo, tras la foto, con la plaza de toros como decorado, reinicio mi rumbo a las 5 de la tarde hacia Burgos.
Tras 95 kilómetros de ruta me apetece parar en un pequeño pueblo de la ruta. Así, en la provincia de Palencia, tomo un pequeño desvío que me lleva a la población de Carrión de los Condes, punto de encuentro político, religioso y cultural de la España medieval y, además, etapa obligada del Camino de Santiago.
Iglesia de Santa María del camino.
Iglesia de Santiago
Plaza Mayor en Carrión de los Condes.
El río Carrión, afluente del Pisuerga, a su paso por Carrión de los Condes.
Tras una breve parada en un pequeño parque enfrente del Monasterio de Sanzoilo.
reanudo la marcha entre campos de cereales
ya con la siega hecha y, tan secos...
que cuando intuyo agua y unas buenas sombras, allá que me dirijo a mitigar el sofoco del calor estival.
En las cercanías de Olmillos de Sasamon y a la vera del río Brullés, ya en la provincia de Burgos
donde disfruté de un refrescante descanso y un tentempié con los frutos secos que siempre llevo en la moto
antes de emprender los últimos kilómetros que restaban de la jornada antes de llegar a Burgos.
Castillo de Olmillos de Sasamón, armonioso castillo-palacio del siglo XV cuyo original propietario fue D. Pedro de Cartagena, de la familia de judíos conversos "Los Leví"
Avanzada la tarde, alrededor de las 8,30 llego a la capital burgalesa. Una breve parada en el puente sobre el Arlanzón. Enfrente, el Arco de Santa María, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Burgos. El Arco de Santa María es una de las antiguas doce puertas de acceso a la ciudad en la Edad Media. Comunica el puente de Santa María sobre el río Arlanzón, con la plaza del Rey San Fernando, donde se ubica la catedral.
El Arlanzón, río perteneciente a la cuenca del Duero, a su paso por Burgos.
En Burgos, todos los caminos llevan a una joya del gótico, su catedral: Catedral de Santa María.
lado meridional de la Catedral, desde la plaza de San Fernando.
Plaza del Rey San Fernando, y vistas del Arco de Santa María.
A la hora de cenar, como en esta ocasión, no iba tras los pasos del Cid, no busqué sus huellas. Y como sí iba tras los pasos de los pintxos, me dediqué a hacer "la ruta de tapas de la Catedral de Burgos". Una de tantas rutas de tapeo de las que existen en esta bella y acogedora ciudad.
9º día; jueves, 19 de agosto de 2010: Burgos-Valencia, 630 km.
Burgos, Santo Domingo de la Calzada, Nájera, Logroño, Puerto de Piqueras, Soria, Calatayud, Daroca, Calamocha, Monreal del Campo, Teruel, Valencia.
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Hoy es el día de regreso a mi lugar de origen, Valencia. Tengo por delante muchos kilómetros y ninguna prisa en hacerlos. Mientras desayuno en una cafetería, anuncian por la televisión, las previsiones meteorológicas: fuertes tormentas por el este, que es a donde me dirijo. Ya veremos, más adelante, que no me escapo de ellas.
Al poco de despertar el día, entro en la Comunidad de La Rioja.
Santo Domingo de la Calzada, es una población que no se puede pasar por alto.
Un recorrido por sus calles te transportan a otras épocas, muy remotas.
Las construcciones medievales de esta población, te envuelven por allá donde te mueves.
Junto a la catedral se encuentra el Parador Nacional de Santo Domingo de la Calzada.
Pórtico de la catedral de Santo Domingo de la Calzada
Continuamos ruta por la Rioja. En esta ocasión me desvío hacia la localidad riojana de Ventosa. Nos recibe la Iglesia de San Saturnino situada en lo alto de un montículo y rodeada de campos de cereal y viñedos.
Y, como me gusta, me dejo perder por estos caminos.
Acompañado continuamente por peregrinos en su ruta Jacobea, aunque en sentido contrario y por caminos paralelos a la carretera, bien protegidos del tráfico rodado.
Logroño, capital de la Comunidad Autónoma de la Rioja. Le dedico un breve recorrido por sus castellanas plazas y calles.
Torres de la Catedral de Santa María la Redonda
Plaza del Mercado.
El Puente de Piedra. Uno de los cuatro puentes que atraviesan el río a su paso por la capital riojana.
El caudaloso río Ebro, nos despide, cuando abandonamos Logroño.
De nuevo en ruta, acompañados de unos enormes ripios rocosos.
Un tramo muy agreste a nuestro alrededor.
Hacia el Puerto de Piqueras, conexión del Valle del Ebro con la Meseta.
Tenía muchos kilómetros por delante y me perdí el trazado del viejo puerto. En otra ocasión será.
Llegando a la Meseta.
A unos 7 kilómetros antes de llegar a Soria, se encuentran las ruinas de la desaparecida población celtíbera de Numancia, situada sobre el cerro de la Muela.
Dejo la moto, y me dispongo a visitar el yacimiento arqueológico de Numancia.
Numancia, bien conocida, en nuestra historia, por su feroz resistencia a la ofensiva Romana. Y verdadero símbolo de la lucha de un pueblo por su libertad.
Reconstrucción de una casa Celtibérica
interior de la casa
Casa reconstruida de época romana.
Algibe con escaleras.
Tras un sosegado y disfrutado recorrido por las ruinas de Numancia, enfilo hacia Soria. En esta ciudad el recorrido será breve pues el calor pasado en el recorrido a pie por las ruinas ha hecho mella en mi.
Iglesia de Santo Domingo en Soria.
La concatedral de la Diócesis de Osma-Soria
Puente de Piedra, sobre el río Duero, en Soria -siglo XII-
En busca de buena sombra a orillas del Duero.
El río Duero a su paso por la capital.
Y la que se lió al poco de salir de Soria...Una tromba de agua que, aunque se podía intuir, siempre piensas que te da tiempo a resguardarte. En esta ocasión me la tragué, apenas me dejaba ver por dónde iba. En cuanto pude paré a esperar el paso de la tormenta. Tampoco fui el único pues nada mas parar llegó un deportivo amarillo "descapotao". El conductor casi le saltaban las lagrimas de ver el tapizado de cuero y todo el interior del vehículo, chorreando de agua.
bonito campo de girasoles bajo un techo de tormentas.
Habia un pequeño bar en esta gasolinera y aproveché para comer. Pero, después de dos horas las tormentas se iban sucediendo. Cuando se iba una, venia otra. Como estaba de tertulia en el bar con los paisanos, les pregunté si podía ir para mucho este cruce de tormentas. Seguí el acertado consejo de uno de ellos que me dijo: Mira si te tienes que ir, vete ya, porque si te quedas a que llegue la que se ve por ahí enfrente, no sales hasta mañana. Y, menos mal, que le hice caso, cuando amainó algo, salí. Y aunque lloviendo, no tardó en convertirse tan sólo en una tenue llovizna.Y vaya si se cumplió lo que me dijo, era como si no lloviera solamente en la franja de la carretera por donde yo circulaba. Tanto a derecha como izquierda los truenos y relámpagos se sucedían iluminando el color negruzco del cielo.
y entre las tormentas que descargaban a ambos lados de por donde yo iba, pasé las bonitas poblaciones de la provincia de Soria
hasta llegar a Teruel que, ¡Como existe! No la dejaremos de lado.
Son las 7,30 cuando llego a Teruel. En el centro de la ciudad, buscaré lugar donde tomar una refrescante cerveza.
Catedral de Santa María de Mediavilla de Teruel, con su torre mudéjar. Una de las construcciones más características del mudéjar en España.
Junto a la Catedral se encuentra el edificio que alberga el Ayuntamiento de la ciudad.
Plaza del Torico, con sus bonitos edificios y soportales.
Fuente del Torico. Verdadero icono de la ciudad de Teruel.
El Torico.
que, quien no lo ve, es porque no pregunta por él.
Callejuela en el centro histórico.
Estas simpáticas palomas me hacen compañía. ¿Acaso saben que llevo algunos días viajando solo?
Les doy confianza. Aunque me da la impresión que son ellas las que se la toman.
Arte mudéjar, mientras salimos de la ciudad.
Y tras esta última e impresionante instantánea de la Torre de San Martín en Teruel, pongo rumbo hacia Valencia, donde llego a las 9 de la noche. Dando fin a nuestro viaje por el Norte de España.
¡Expléndido viaje!
¡Expléndido viaje!
Han sido 9 días de viaje y 6 de ruta. Hemos rodado por varias comunidades y provincias de nuestro país, contemplando, sintiendo la multitud de contrastes en paisajes, lugares y gentes que conforman nuestra querida piel de toro. Desviándome de la ruta cuando y dónde me parecía interesante, hablando en cuanto podía, con la gente de los lugares donde pasaba. Comiendo, unas veces sobre la hierba y otras a mesa y mantel disfrutando de nuestra rica y variada gastronomía. He visitado el centro de todas las ciudades por las que he pasado y algún que otro pueblo de la ruta. En definitiva, gozando de vivir el viaje en moto. Y es que España, tiene mucho que ofrecer al viajero. Y si el viajero lo recorre en moto...muchísimo mas. Han sido mas de 2.000 kilómetros en solitario y, precisamente, lo único que no me he sentido ha sido solo.
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