Suiza

SUIZA
Ruta en Suiza:

En Azul, la ruta que, en primer lugar, nos llevará hacia Liechtenstein:
Ginebra (CH), Bellevue (CH), Versoix (CH), Coppet (CH), Nyon (CH), Rolle (CH), Lausanne (CH), Montreux (CH), Territet (CH), Château de Chillon (CH), Montreux (CH), Fribourg (CH), Thun (CH), Interlaken (CH), Brienz (CH), Lucerna (CH), Nesslau (CH), Buchs (CH)
En Rojo, la ruta que, ya de vuelta, enlazaremos Alemania con Francia. 
Winterthur (CH),  Bern (CH), Friburg (CH), Martigny (CH), Col de la Forclaz -1.527 m- (CH),

2º día; lunes, 18 de agosto 2014 -415 km-
Poblaciones de paso:
En Francia: Valence (F), Grenoble (F), Annecy (F)
En Suiza: Ginebra (CH), Bellevue (CH), Versoix (CH), Coppet (CH), Nyon (CH), Rolle (CH), Lausanne (CH), Montreux (CH), Territet (CH), Château de Chillon (CH), Montreux (CH)

Nos encontramos en el 2º día de ruta. Hemos salido a las 10 de la mañana de Valence (F) y, tras recorrer unos 250 kilómetros, entramos en Suiza por Ginebra, su capital. Nada mas pasar esta gran ciudad que, dejamos de lado, abandonamos la autovía para tomar carreteras secundarias y bordear el lago Lemán por su orilla norte, es decir, su lado suizo, ya que el lago es frontera natural de Francia por su orilla sur y de Suiza por su orilla norte. Dedicaremos dos días a recorrer el norte de Suiza.
Ahora si estamos rodando donde queríamos. 

Es momento para tomarse un descanso tras haber recorrido algunos kilómetros un tanto insulsos, hasta llegar al lago Lemán. 
 
El lago Lemán, situado al norte de los Alpes, con sus 72 km de longitud y 12 km de anchura es el mayor de Europa Occidental.

Disfrutando del lago y de las terrazas situadas junto a su orilla.

Se hizo el medio día y la hora de buscar un buen lugar para nuestro pic-nic a orillas del lago, los víveres sólidos y líquidos ya los llevábamos. Nos costó algo encontrarlo pues todos los accesos a la orilla del lago son privados. Y aunque éste también lo era, metimos el morro y como nos gustó, nos pareció justo quedamos y disfrutarlo.

Tampoco íbamos a hacer daño al entorno, y era una pena que una playa privada estuviera tan solitaria y desaprovechada.

 Así que dejé la moto en la puerta de la valla y tomamos nuestro lugar  en este pequeño paraíso.

Ni que decir tiene que la siesta fue a la española,

apetecía disfrutar del entorno

de su coqueta cala

y de su privado embarcadero

Siguiendo nuestra ruta llegamos a una de las ciudades más importantes del lado suizo del lago: Lausanne. Si bien es cierto que esta ciudad merecería una visita más sosegada, nosotros optamos por dirigirnos directamente a su parte sur, donde se encuentra el antiguo pueblo pesquero de Ouchy. Hoy, un popular centro turístico junto al lago 

Ouchy se incorporó a la ciudad de Lausanne en el siglo XIX como centro portuario en el lago Lemán.

Degustar un café en una de las  terrazas que se encuentran en este lugar, es un verdadero placer que uno no se puede perder.

sobre todo si escoges la que te permite contemplar el lago y sus increíbles vistas de los Alpes
 
Terminamos nuestra primera jornada en Suiza visitando el Castillo de Chillon, en la comuna suiza de Veytaux. Desde el norte obtenemos esta bonita imagen del castillo construido sobre una roca que se adentra en el lago, con los Dents du Midi -Dientes del Sur, en francés- al fondo, conservando, aún en estas fechas, nieve en sus picos.

Muralla y jardines alrededor de la fortaleza

Nos dirigimos a la entrada principal.

La isla rocosa, ubicada entre el lago Lemán y las escarpadas laderas de las montañas, estuvo habitada desde la Prehistoria. Posteriormente, este fue el lugar desde donde se controló durante siglos el tráfico marítimo del lago de Ginebra -lago Lemán-...

...y la importante ruta hacia el puerto de montaña de San Bernardino.

Entre los siglos XII y XVI, Chillon perteneció a los condes de Saboya. Más tarde, la fortaleza fue tomada por los berneses y valdenses, respectivamente.

Entrada al castillo, salvando el lago hacia la roca.




Plataforma del embarcadero junto al castillo

Desde la plataforma sobre el lago se puede observar el acceso a la isla -roca-, sobre la que se asienta el Castillo de Chillon.
 
Con la puesta de sol retrocedemos una corta distancia y en Territet, pequeña localidad perteneciente a la comuna de Montreux, encontramos habitación en un acogedor hotel. La moto, aunque en la calle, bien protegida por una valla.

Vistas desde la habitación. No es primera linea sobre el lago, pero el precio tampoco.


3º Día, martes 19 de agosto 2014 -340 km-
Poblaciones de paso:
Suiza:
Montreux (CH), Fribourg (CH), Thun (CH), Interlaken (CH), Brienz (CH), Lucerna (CH), Nesslau (CH)

Amanece un nuevo día y lo primero es buscar lugar donde desayunar, puesto que el hotel no disponía de este servicio.

A pocos metros, en el hotel que sí daba al lago, también ofrecían desayunos ¿Cómo no?

Aunque las vistas desde la terraza de la cafetería de este hotel ofrecían unas vistas magníficas, el fresco que hacía no invitaba a disfrutar sentado fuera.

En el cielo, algunas nubes, que nos acompañarían un buen rato, pero sin llegar a llover.

Avanzamos un tramo por autovía en dirección a Fribourg

En un área de servicio del disttrito de la Gruyère, donde las vacas, verdaderas protagonistas de esta región, tienen su merecido reconocimiento.

Las nubes se resisten a levantar. Y a mí, también me cuesta.

Invita a ello el sosegado paisaje creado por el lago artifical de la Gruyère -embalse, formado por la presa de Rossens en el río Saanae entre las ciudades de Bulle y Friburg-, que le da nombre a la región.

Llegamos a Friburgo, ciudad que se me antoja demasiado grande para perderme en ella. Sacrificamos una visita mas pausada a esta ciudad medieval, regada por el río Saane y conocida como la ciudad de los puentes.
Ayuntamiento de Friburgo



Centro de la ciudad

Torre campanario de la Catedral gótica de San Nicolás


Al abandonar la ciudad captamos una bella panorámica del barrio medieval de Auge en Friburgo. Sobre el río Saane, destaca el puente de Berna, construido de madera y piedra. En contraste con el puente medieval de Berna, sobresale un moderno puente, que cruza el valle a 60 metros de altura.

Volvemos a la ruta en dirección a Thun. El impecable asfalto

y el entorno

hacen disfrutar de rodar en moto

por estos bonitos parajes suizos

Llegamos a la ciudad de Thun. Es el medio dia y aprovecharemos para visitar esta bonita ciudad.

 La ciudad se encuentra situada a orillas del lago de Thun.




El castillo medieval, con la torre de defensa construida entre 1180 y 1190, domina la ciudad de Thun. Construido por los duques de Zähringen como castillo administrativo puro y ampliado en el siglo XV por sus nuevos propietarios, los berneses, con un imponente tejado.


El centro histórico no se encuentra directamente en el borde del lago sino en un islote del río Aar -principal río de Suiza-, que separa en dos brazos la ciudad.

Plaza del Ayuntamiento


Numerosos y curiosos comercios en las calles del centro histórico.


Rio Aar a su paso por Thun

Un puente comunica las dos bifurcaciones del río.


Numerosos cafés y restaurantes ubicados a orillas del río Aar.




Puente de madera y esclusa de Thun. 

Decorado con flores y construido completamente de madera, el puente actúa como presa dejando pasar por sus compuertas el agua retenida y creando saltos de agua que hacer perder fuerza al río.


Interior del puente. Totalmente de madera y con rudimentarios mecanismos para la esclusa.

Abandonamos la ciudad de Thun, con la misma imagen que nos ha recibido.

Salimos de la ciudad y bordeando los lagos de Thun y Brienz,  -17 y 14 km de longitud, respectivamente-, dejaremos de lado Interlaken, ciudad situada entre ambos lagos, para dirigirnos a nuestro próximo destino: Lucerna

Impresionantes las vistas del lago, situado a una altitud de 558 metros sobre el nivel del mar y dominado por la cordillera de los Alpes berneses 

Justo a su orilla encontramos un merendero, donde haremos nuestro picnic del medio día. Y como en Suiza se paga por todo, deberíamos haber pagado el parking de la moto y, no sé si también el derecho a ocupar la mesa y los bancos de piedra...Deberíamos.

Son mas de tres kilómetros de una orilla a la otra con una profundidad máxima 217 metros.

Tras deleitarnos con las viandas en este relajado lugar, nos ponemos de nuevo en ruta, sin olvidar levantar la visera de nuestro casco y disfrutar, a ritmo muy lento, de los kilómetros que todavía nos quedan para rodear ambos lagos.

La región de Lungern-Schöbüel, se halla en el puerto de montaña Brünigpass, a mitad del camino entre Interlaken y Lucerna. Las aguas de color verde esmeralda del lago Lungernsee en el cantón de Oberwalden nos regala esta bonita "postal"

Que pudimos contemplar y disfrutar desde un estratégico mirador situado al borde de la ruta..

Aunque aún rodaremos algo mas de 100 km., en lo que nos queda de jornada, por tierras suizas, Lucerna será la última ciudad que visitaremos en nuestra ruta por por este país, buen epílogo a estos dos días que rodamos por estas tierras.
Lucerna se encuentra ubicada en la ribera superior del lago de los Cuatro Cantones, el cual desagua en el río Reuss que divide la ciudad en dos partes, la parte nueva y la antigua.

El Puente de la capilla -Kapellbrücke-, es el puente de madera más viejo de Europa y el segundo más largo con 204,70 metros. Construido en el año 1365, conecta la ciudad vieja con la ciudad nueva, cruzando el río Reuss.


La Torre del Agua -Wasserturn-, se encuentra en el centro del puente. Es uno de los símbolos de la ciudad. Es una torre octogonal de piedra de unos treinta metros de altura, de final de la Edad Media, -año 1300-cuya finalidad era defensiva, pero que también ha sido prisión y hasta sala de tortura.

La ciudad vista desde el puente.

Al fondo, en lo alto de la cumbre, se puede observar el Château Gütsch -Hotel Restaurante-. Construido en 1888 como una residencia privada. La arquitectura se inspira en el castillo de Neuschwanstein de Baviera -vermos esta similitud en nuestra ruta por la "romantische strasse", en Alemania-.

Vistas desde el puente de capilla.

Cruzamos el largo puente y nos dirigimos a la parte vieja de la ciudad. 

En Lucerna son características sus artísticas fuentes.

y las fachadas de los edificios decoradas con frescos y bonitos dibujos.


encontramos también, originales escaparates que, por su luz y composición,  parecen verdaderas obras de arte. Cuando vi este, pensé que era un cuadro colgado en el exterior de una fachada. Sólo el perro, que parecía su guardián, me hizo sospechar...


Con esta imagen en la retina, abandonamos Lucerna, para recorrer los poco más de 100 kilómetros que nos quedan para finalizar la jornada de hoy y acercarnos lo máximo posible a nuestro próximo objetivo: Liechtenstein.

Al poco de salir de Lucerna, ya íbamos pendientes de encontrar lugar donde pasar la noche. La carretera era retorcida y lenta de verdad pero muy divertida y entretenida, tanto que, cuando me quise dar cuenta andaba por lugares donde difícilmente íbamos a encontrar algo para tomar habitación. Lugares muy solitarios que, cuando la lluvia hizo su aparición, me hizo pensar que había apurado demasiado la jornada. 
Cuando menos me lo esperaba apareció, al borde de la carretera, un hotel ¡Hoy, hemos tenido suerte! -pensé- pues la noche se nos venía encima y con presencia de lluvia, no era nada alentador continuar
Fue en la pequeña población de Nesslau, donde nos quedamos a pasar la noche.
También nos vino justo -por la hora-, el que nos sirvieran de cenar, pero debimos de dar pena y nos atendieron de maravilla. Hasta garaje para la moto, me ofrecieron, apartando utensilios de labranza en un cobertizo anexo al hotel.
Tras cenar, un breve paseo para estirar piernas y disfrutar del fresco de la noche, por las dos únicas calles de la población. En estos lugares, por la noche, los comercios no retiran el género de las mercancías que tienen en la calle.

y claro, me acordé, de nuestro país... estos sacos de abono los dejan en una calle cualquiera de nuestro país, y al día siguiente ya están haciendo su labor de abono -a coste cero-

Los cencerros, en el hotel,  nos recuerdan los lugares que andamos recorriendo.

Antes de desayunar, saco de su guarida la moto y la dejo lista para la partida.


Desde el hotel, estas son las vistas que nos ofrece Suiza,

un país que no tardaremos en abandonar.

Esperando el desayuno, antes de empezar la jornada.

Iglesia en "nuestra" pequeña población de Nesslau

Nada destacable en ella, pero sí, para nosotros, pues nos ofreció el albergue que necesitabamos para pasar la noche en un momento muy oportuno.

Últimos paisajes de Suiza, algo de pena, algo de alegría. Hemos de avanzar.

Repostamos antes de salir del país.

Algún motero hace acto de presencia por estos lares. Y uno se alegra.

Estamos en territorio Suizo y ahí enfrente tenemos el pequeño país de Liechtestein.

Y ahí vamos...
LIECHTENSTEIN

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